No todos los años finalizan así: celebrando un título, el de Campeón de Copa Diputación de Ciudad Real en su XXIII Edición, con el añadido que además nunca el Socuéllamos había sido capaz de lograrlo desde que comenzó a disputarse esta competición en 1996, por lo que añade su nombre al palmarés de la misma.
Dificultades añadidas
Una final que presentaba la dificultad de tener que disputarse tras las vacaciones de los jugadores socuellaminos sin disponer de ningún entrenamiento previo y que además lo hacían a domicilio en el feudo del otro finalista, el Villarrubia, al que vencían en la recta final del choque (2-3) tras haber levantado el 1-0 inicial en un encuentro con ritmo y emoción a pesar de lo que se preveía.
Pues el Socuéllamos cerrará así 2017, celebrando un título que no tenía y regresando a los entrenamientos, con la mente ya puesta –Nochevieja y Año Nuevo mediante- en preparar el primer choque del nuevo año y de la segunda vuelta que le medirá el 7 de enero en el Paquito Giménez al Quintanar del Rey, competición que dejaba segundo clasificado tras ganar en casa al líder, el C.P. Villarrobledo, situándose a tan solo dos puntos de la primera plaza.
Y así finalizará un año teñido de negro tras el descenso de Segunda B que poco a poco se va olvidando para pensar en las opciones que tiene el equipo de volver a ocupar ese lugar que dejó en la categoría de bronce. Motivos va habiendo para la ilusión.
