El secretario de Estado de Defensa, Agustín Conde, defendió este martes en Ciudad Real el homenaje a la bandera española porque representa la unidad del Estado construida por distintas generaciones, desde el imperio Romano a la actualidad, y que “no es nuestra porque no la hemos hecho nosotros, sino que la heredamos de nuestros padres y ellos de los suyos, la disfrutamos como usufructuarios y tenemos el deber de transmitir y mejorar para nuestros hijos”.
En un discurso interrumpido por aplausos de los varios miles de personas que asistieron al acto institucional en la Plaza de la Constitución, Conde se hizo eco del artículo 2 de la Constitución Española, que define al país como una patria común e indivisible, cuya unidad “es anterior y persistente” a la Carta Magna.
Destacó, igualmente, los valores de respeto, tolerancia, y democracia que simboliza la enseña nacional y que defienden las fuerzas armadas y los cuerpos de seguridad “cada día batiéndose el cobre”, como lo han hecho este fin de semana en las plazas y calles de Cataluña.
“La voluntad de la nación se expresa por la nación en su conjunto, y nadie puede arrogarse la facultad de decidir por todos”, argumentó en el acto, presidido por un intenso calor.
A su juicio, “conviene recordar lo que somos y lo que queremos ser”, así como mostró el orgullo de la nación por la labor de la Policía Nacional, de la Guardia Civil, de los policías locales o la Ertzaintza, pero no de los que no defienden la unidad”. Precisamente, mandó un “fraternal abrazo” a los cuerpos de seguridad que estos días “han actuado ejemplarmente en defensa de las libertades en Cataluña”.
Entre vivas y vitores a la patria española por parte del público, que portaba numerosas banderas, el secretario de Estado de Defensa aseguró que “jamás una turba violenta podrá derribar nuestros derechos y libertades” pues “nunca unos pocos podrán imponerse a la mayoría, ni hacernos sentir verguenza de ser españoles”.
Conde se mostró satisfecho con el acto, especialmente por estar en “mi tierra, Castilla-La Mancha” y por “no ser un día cualquiera”, sino una jornada en la que Ciudad Real brindó homenaje a “los colores de la enseña nacional”, “a la que se le honra y venera con profunda emoción”.
“Es el día de abrir el pecho y de gritar alto el respeto a la bandera”, dijo, a la vez que explicó el significado del acto. Adujo que representa a la patria, un concepto que es “la comunión espiritual de los que vivieron antes que nosotros, de los que vivimos y de los que vendrán, es la unión de lo que fue, lo que es y será nuestro país”.
Por ello, el acto organizado por la Subdelegación de Defensa, no es otra cosa, según dijo, que manifestar el agradecimiento a los hombres y mujeres que construyeron España desde hace siglos.
“Es la España de nueva Cartago, expuso, la de los emperadores hispanos que hubo en Roma, Adriano, Trajano y Teodosio, la España de Aberroes y Maimónides, la que hizo posible que Platón y Aristóteles dejaran huella en la Escuela de Traductores de Toledo, la España que recopiló todo el saber occidental a través de San Isidoro de Sevilla e hizo posible que en París naciera la filosofía moderna, es la España que se hizo a los mares y descubrió nuevas tierras y nuevas rutas de comercio, la que encontró nuevos continentes y creó su cultura y su fe, y llevó su civilización y construyó la primera universidad”.
Agregó, a continuación, que “es la España que alumbró la Escuela de Salamanca, que impulso el derecho internacional, creó las primeras doctrinas de los derechos humanos, es la España de Velázquez, de Blas de Lezo, de Rafa Nadal, de nuestras catedrales, la que ha conseguido el segundo patrimonio histórico artístico más importante del mundo, es la España de la que estamos orgullosos, que nos acoge a todos, que es generosa y solidaria y que nos ofrece un futuro prometedor”.
Conde estuvo acompañado por Javier Jiménez Castillejo, coronel subdelegado de Defensa en la provincia de Ciudad Real, entre otras autoridades militares y civiles, y por una fuerza que rindió homenaje a los caídos.
De relevancia
Jiménez declaró previamente que era un acto “sencillo pero de relevancia” porque también es un homenaje a los que dieron su vida por España”. Igualmente, invocó el artículo 140 que recoge la protección y garantía de la seguridad de los ciudadanos, así como el artículo 8 que recoge que las Fuerzas Armadas, constituidas por el Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional.
Jiménez tuvo palabras para la bandera “que nos acoge a todos, desde Finisterre al cabo de Creus, desde Estaca de Bares a Ceuta y Melilla, sin excepción”, así como valoró el juramento a la bandera no sólo de militares, sino de civiles, tal y como la prometen en diferentes ciudades.
En el caso de Ciudad Real, recordó los actos celebrados en la capital en 2014, en 2016 en Valdepeñas, además de los recientes en Bolaños y Socuéllamos, con más de 500 juras de bandera de civiles en cada una de ellas.
También reclamó, antes de gritar vivas alas fuerzas armadas, al Rey y a España, los valores del artículo 30, por el que los españoles “tienen el derecho pero también el deber de defender a España”.
Una escuadra y una sección de honores
El contingente estuvo compuesto por una escuadra de gastadores con seis soldados del batallón de helicópteros de ataque de Almagro y una sección de honores al mando de un teniente y 30 cabos primeros y soldados, además de la unidad de música de la Academia de Infantería de Toledo, que posteriormente interpretó un concierto en el teatro Quijano, dirigida por el comandante Celio Crespo, que interpretó diversas marchas militares.
En el acto mostraron honores a la autoridades que presidieron el acto, además de Conde, la alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, concejales del Equipo de Gobierno y de la oposición, el presidente de la Diputación, José Manuel Caballero, además del diputado nacional del PP, José Alberto Martín-Toledano, y el subdelegado del Gobierno Juan José Jiménez.
Entre los cargos militares, asistieron el teniente coronel de la Base “Sánchez Bilbao” de Almagro, José Manuel Galvañ; el comisario provincial, Miguel Méndez; y el superintendente de la Policía Municipal, Fernando Díaz-Rolando.
Tras el izado de la bandera, el homenaje a los caídos y la interpretación del himno de las Famet, la fuerza reunida desfiló por la calle Toledo entre cerrados aplausos de los ciudarrealeños y vivas a España.