El Colegio Nuestra Señora de la Merced inaugurará el próximo curso escolar una nueva etapa en su proceso histórico de servicio a la población de Miguelturra, Ciudad Real y alrededores. Las Madres Mercedarias han querido aunar sus esfuerzos junto a la Fundación Arenales para afianzar y renovar el proyecto educativo.
Según explica la propia Fundación en nota de prensa, el acuerdo se ha logrado en “un año especial, pues es el Año Jubilar de la Orden Mercedaria, un motivo más de alegría y renovación, que estamos viviendo junto a todo el equipo docente del centro escolar”.
Desde la Fundación Arenales explican que dicho equipo se ha sumado a este acontecimiento con un abanico de propuestas pedagógicas y de servicios y actividades complementarias que significarán un hito en este proceso de renovación.
Así, en Educación Infantil comenzará a implantarse el modelo educativo PIET, es decir, Proyectos, Inglés, Educación Emocional y Trabajo Cooperativo. En Primaria y Secundaria se trabajará por proyectos trimestrales con sus respectivas celebraciones de aprendizaje en colaboración con todas las familias. “Poco a poco, la tecnología irá formando parte del espacio de trabajo de nuestro alumnado…, una sociedad del siglo XXI se forma en escuelas de hoy, que trabajando en el presente, miran el mañana”, añade la Fundación.
Iniciativa de personas cristianas de diversas realidades eclesiales
La Fundación Arenales es una iniciativa de personas cristianas de diversas realidades eclesiales que desean apoyar la escuela cristiana, abriendo nuevos Centros o sosteniendo a instituciones que por su trayectoria se encuentran en una necesidad de unir sinergías. No tienen ánimo de lucro y lo que les inspira, como a tantas instituciones cristianas a lo largo de los siglos, es el servicio a la sociedad en la educación de tantas generaciones.
Todo esto ha sido posible, explica la Fundación en nota de prensa, gracias al florecer nuevamente del Convento de las Madres Mercedarias con nuevas vocaciones y, lo que hace unos años parecía un ocaso, la confianza y la ilusión cristiana lo han convertido en una nueva primavera de la vida religiosa de Miguelturra y de su proyecto educativo.