Araceli Martínez es una mujer centenaria que este viernes celebraba rodeada de toda su familia sus 100 años. Con un siglo de vida -nació el 23 de febrero de 1918-, sigue disfrutando de la vida, procedente de una familia de seis hermanos de los que aún quedan dos, Araceli y Felipe, quien también va camino de 91 años de edad. Los dos con una memoria envidiable para su edad.
Araceli nació en la localidad de Brazatortas, porque su padre era ferroviario, y otros de sus hermanos han nacido en Puertollano, todos ellos se consideran puertollanenses. Tuvo 4 hijos y estuvo casada con Pablo Bautista Fernández, trabajador de la mina. Entre los recuerdos que posee Araceli es la Guerra Civil, “me pilló en Almadén, desde un balcón veíamos pasar gente con las camisas rojas y las banderas, yo preguntaba a mi tía qué pasaba, hasta que estalló la Guerra Civil”. Después de vivir en Almadén llegó a Puertollano, “empezó mucho malo con la Guerra, tiro para arriba, tiro para abajo, a correr, todo lo recuerdo, de lo bueno y de lo malo”.
Asegura que era “una época mala para cuidar y criar a los hijos, y después peor, era modista y tuve que vestir a la Virgen de la Candelaria, le hice el traje y el manto, también me tocó coserle a Franco en una visita, me acuerdo, es lo único que tengo: memoria”.
Araceli Martínez fue una buena costurera aunque también ha estado arrancando garbanzos como labor del campo durante la Guerra Civil, al igual que hacían otras mujeres de la época. Afirma que todos los recuerdos son antiguos ya para ella.
Su hermano, Felipe, explicaba que trabajó en Peñarroya desde los 16 años hasta 1965 y acudía también a esta comida familiar que festejaba estos cien años de la mejor manera posible, celebración entre hermanos también.
Pablo Bautista, su hijo, se mostraba orgulloso y feliz de celebrar el centenario de una madre que ha tenido cuatro hijos -tres de ellos siguen vivos-, cinco nietos y dos biznietos. “Mi madre ha sido una mujer chapó del todo, que nada se le ha puesto por montera, que ha trabajado, ha sido cabeza de toda la familia”, argumentaba Pablo Bautista, quien también señala que sabe todos los números de teléfonos de la familia de memoria y aunque estas pasada Navidad se fracturó un brazo por una caída no le ha supuesto nada y sigue andando igual que antes, “yo creo que ya es de las naturalezas que ya no existen”.
Araceli ha contado así con una gran fiesta para celebrar, entre los suyos, sus cien años de vida.