Este año se cumple el 25 Aniversario del fallecimiento de Rafael Pérez en accidente de tráfico, quien fue el encargado de introducir el costal en Valdepeñas. El Grupo Parroquial “Costaleros Madre de Dios del Rosario” ha querido conmemorar ésta efemérides a modo de homenaje como una forma de seguir su legado.
Así, el 16 de febrero celebró una tertulia en torno a la figura de Rafael Pérez en la que participaron costaleros antiguos que dieron su opinión sobre su persona y la forma de sacar los primeros pasos a costal en 1987 en Valdepeñas. También celebraron el pregón costalero del 10 de marzo en el Auditorio de la Veracruz, que corrió a cargo de José Encina Carmona, un capataz de Écija, ciudad de donde era Rafael. Asimismo, se colocó un azulejo en la calle Balbuena esquina con Plaza de España (Restaurante Venta del Comendador) en su honor, “al eterno capataz de Valdepeñas”.
El presidente del Grupo Parroquial, que hasta hace ocho años era la Asociación Cultural “Costaleros de Pata Negra”, Francisco José Peñalver, recuerda que la primera peña de costaleros en la localidad se constituyó en 1987 y fue la Peña de Costaleros del Santo Cristo. Explica que Rafael vino a Valdepeñas a trabajar y se instaló en el barrio del Santísimo Cristo y se metió en el mundo de las hermandades. Primero en la Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia. “Era andaluz y vio lo que había en Valdepeñas, que era pobre, y propuso ir a costal. Trajo lo que había visto en su tierra para llevar los pasos”.
El primer paso a costal salió en el Jueves Santo de 1987 con cerca de 30 personas, aunque bajo el paso iban 24.
“Los comienzos no fueron muy buenos porque la Semana Santa de Valdepeñas estaba estancada. Las hermandades eran de unas familias determinadas y no gustó que un hombre de fuera viniera a innovar y que hombres desconocidos en ese entorno se metieran bajo el paso. Pero ese año salió y triunfó. Los inicios fueron duros. No había tantos costaleros y recibieron críticas de las hermandades, aunque a la gente sí le gustaba”.
Añade que Rafael tenía poder de convocatoria y convicción, don de gentes, e hizo una buena cuadrilla.
El siguiente paso en salir a costal fue la Virgen de la Palma, del Santo Cristo, en Domingo de Ramos. En 1992 y 1993 la misma cuadrilla sacó la Macarena del Lucero.
Actualmente hay una cuadrilla base del grupo parroquial más otra gente que se mete en cada paso y son los pasos de cinco cofradías de Semana Santa los que sacan a costal: tres de Valdepeñas (Borriquillo, Santo Sepulcro y, por primera vez este año en Sábado Santo, la Soledad).
Otros costaleros de la ciudad sacan al Cristo de la Misericordia y a la Virgen de la Palma, los tres pasos de la Hermandad de la Macarena del Lucero, Nuestro Padre Jesús con hombres de trono y la Virgen del Mayor Dolor en su Soledad.
Al preguntarle por cómo se vive actualmente el costal en Valdepeñas, Peñalver contesta que “estamos viviendo un buen momento de costaleros. Nuestro grupo parroquial tiene todos los pasos calzados con relevo. Nos falta poco para tener dos cuadrillas para cada paso”. Tienen más de 300 tarjetas de relevo, aunque son unos 120, ya que muchos repiten.
Sin embargo, apunta que ha habido años complicados porque las hermandades no confiaban en sacar los pasos a costal.
También indica que intentan involucrar a la gente joven con la cruz de mayo para niños y el vía crucis infantil de la parroquia de la Asunción en Cuaresma. “Los niños participan mucho. Es el séptimo año que celebramos la cruz de mayo. Primero había unos 9 niños y el último año se presentaron más de 20. Salen entre 15 y 20 cada año”.
Además el grupo parroquial realiza actividades como charlas, igualás, todos los viernes abre su sede (situada en calle Unión, 23) para hablar de cofradías, realiza el pregón costalero, recogidas de alimentos, la exaltación de la Navidad, el ciclo de conferencias “Martillo y Trabajadera”…
Durante el año saca dos pasos: la Virgen de Fátima de Valdepeñas en mayo y San Juan Bautista de Pozuelo de Calatrava.
Para Semana Santa empiezan con los ensayos en enero con las igualás. Cada paso que sacan va según la cuadrilla con uno o tres ensayos por paso.
En cuanto a la edad media de los costaleros, está en los 28-30 años, aunque hay gente con 16 y con 59. En la primera época los costaleros tenían más de 20 años.
Al preguntarle qué ha significado Rafael para Valdepeñas y para la Semana Santa de la ciudad, Francisco José Peñalver responde que “fue un gran revolucionario de la Semana Santa para Valdepeñas. No se entendería la Semana Santa de Valdepeñas sin él. Yo me he criado en el mundo de las cofradías y he vivido lo que hacían. Hacían la exaltación de la saeta y cosas como nosotros. Nosotros seguimos con su legado. Muchos eran de juntas de gobierno de las hermandades y cofradías y se consiguieron muchos cambios, como en el Cristo. Hace 10 años ninguna Virgen se vestía de hebrea en Valdepeñas y hoy sí”.
Ha comentado que las hermandades podrían abrirse más al mundo de la gente de abajo porque “aún cuesta”. Declara que “el Señor y la Virgen van andado y llevan vida” y declara que no entiende “a algunos que quieren que los pasos vayan a costal y que los que los lleven sean hermanos de la hermandad. Algunos piden como requisito que el costalero de ese paso sea hermano de la cofradía y eso no es bueno”. Defiende que se puedan sacar sin ser hermano y que no tengan por qué pagar la cuota de la hermandad. “Algunos somos hermanos pero no de todas las hermandades porque no se puede pagar todo” y apunta que su agrupación parroquial no obliga a ser socio. “Cuanta más gente, mejor”. “Hay que facilitar que la gente sea costalero. Que no haya tanta obligación de tener que adquirir sudadera, costal…
Hermandad de la Misericordia
Por su parte, la Hermandad de la Misericordia y Palma nombró en 2005 a Rafael Pérez como Capataz Honorario y Perpetuo de la Hermandad, quien destacó por ser el primer capataz de la cuadrilla de hermanos costaleros del Santísimo Cristo de la Misericordia en 1987, cuando la Hermandad adoptó el cambio en la forma de portar los pasos, de ruedas a costal, siendo la hermandad pionera en Valdepeñas en realizar este cambio tan importante para definir la idiosincrasia actual de la cofradía.