El sector turístico de Ciudad Real echa cuentas tras la primera Semana Santa sin restricciones desde marzo de 2020 en la que se han cumplido las buenas perspectivas iniciales. “Hemos tenido una ocupación alta, muy alta en la provincia, rozando el 100% en el caso de Ciudad Real capital, el Campo de Calatrava, y las zonas de influencia de los parques nacionales y naturales”, asegura Cristina Miranda, gerente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Ciudad Real.
Que los datos sean buenos, quizá como antes de la pandemia en visitas, no significa que el sector esté para triunfalismos. “La Semana Santa son tres o cuatro días que no compensan las pérdidas que venimos arrastrando”, “de todas formas los datos son muy positivos, vamos en la línea de recuperar”.
Pese a la ilusión, los peros al periodo que preludia una primavera espectacular en expectativas son varios e importantes: “Tenemos el gran problema del encarecimientos de los costes de materias primas, energéticos y de personal; y faltan camareros, la gente no quiere trabajar en la hostelería”.
La leyenda negra de la hostelería: se paga bien
Miranda reconoce que el sector es duro, pero no tanto como para justificar lo que llama la “leyenda negra de los malos salarios. Nos regimos por convenios y los sueldos se van incrementando, una persona se puede desarrollar profesionalmente de una forma muy digna y con buen sueldo en nuestro sector, que admito, tiene cosas negativas, como trabajar cuando todo el mundo disfruta de vacaciones, pero también es muy vocacional. Esa vocación los jóvenes de esta generación parece que no la tienen. Nada justifica que no encontremos personal”.
Esta reflexión de la gerente de la Asociación Provincial de Hostelería es una lectura que hace el sector en toda España, y que encaja muy bien en Ciudad Real. “Aquí hay poca mano de obra cualificada o que quiera trabajar en esto, y la poca se va a la costa”.
Trimestre repleto de eventos en Ciudad Real
El problema se va más claro ahora en la pospandemia. El segundo trimestre del año apunta bien, y el verano también. Este fin de semana la caravana Falleros por el Mundo traerá a Ciudad Real, vinculadas a la organización, solo para alojarse, a unas 2.500 personas y en nada, del 10 al 12 de mayo, empieza Fenavin, “ese monstruo que llena hoteles en 60 kilómetros a la redonda”, afirma.
3.000 personas a finales de mayo por un congreso
Ciudad Real también será escenario al final de mayo de un congreso iberoamericano que moviliza a tres mil personas. Por no hablar de las bodas y las comuniones que no se han celebrado en estos años que se van a concentrar en los próximos meses, con el dinero que mueven.
La falta de mano de camareros, un problema
“La falta de mano de obra es un problema candente, debemos hacer más pedagogía, la gente debe perder el miedo a este trabajo. La pandemia ha cambiado muchos hábitos en cuanto horarios, creo que el público es cada vez más consciente del esfuerzo que hacemos”.
Semana Santa, mejorable
La portavoz de los empresarios del sector turístico provincial también deja sugerencias para las instituciones en cuanto a la promoción de la Semana Santa de Ciudad Real. Las estancias en la provincia son de pocos días y concentrados en los cuatro festivos, “tenemos procesiones bellísimas desde el Domingo de Ramos, el Martes Santo por ejemplo, y sin embargo esos días hay menos reservas, hay que hacer más hincapié en promocionarla y atraer al turismo como va a otras comunidades”.
