Un día después del cierre de la undécima edición de la Feria Nacional del Vino, celebrada entre el 10 y el 12 de mayo en Ciudad Real, en el complejo de la capital solo hay lugar para los operarios que desmontan los stands.
Entre 500 y 600 personas, según ha confirmado la organización de esta feria impulsada por la Diputación, trabajan en el recinto de 28.300 metros cuadrados desde que Fenavin cerró sus puertas el jueves a las cuatro de la tarde.
Este viernes por la mañana apenas ya quedaban grandes piezas de madera en los stands. Elementos decorativos, tarimas y luces estaban acumuladas sobre el suelo de moqueta roja, y había un continuo trasiego de carretillas elevadoras.
El suelo del atrio, los pabellones permanentes, la Galería del Vino y las carpas quedará libre este sábado. Asimismo, la empresa Infesa tiene hasta el 30 de junio para desmontar las tres grandes carpas correspondientes a los pabellones Ganímedes, Hafiz y Libai.
Así, en apenas dos días van a recoger una instalación que comenzó a prepararse para la feria en enero. La celebración de Fenavin generó en la Diputación y en empresas auxiliares 71.968 horas de trabajo.
Fenavin 2022 culmina y pone el ojo en mayo de 2023, año en el que está prevista su vuelta, esta vez con un espacio expositivo ampliado que permitirá prescindir de las carpas que quedan. La Diputación de Ciudad Real confirmó que este mismo lunes comenzarán las obras.
El mercadillo de los sábados volverá por completo al recinto ferial de La Granja en junio
Como las carpas de Fenavin continuarán unas semanas, el Ayuntamiento de Ciudad Real ha trasladado parte del mercadillo de los sábados, en concreto los puestos relacionados con la alimentación, a la calle Argentina durante todo el mes de mayo.
El cambio es mínimo, ya que la calle Argentina es una de las que dan al recinto ferial de La Granja, donde se instalan normalmente el centenar de puestos ambulantes.
