El decano de la prensa escrita de la región cumple 80 años de periodismo coincidiendo con una etapa de consolidación como medio digital de referencia. Lanza, en la actualidad consultado desde el móvil, y tres cuarto de siglo en el kiosco, es una rara avis en el contexto global mediático no sólo de la provincia, sino de la región y de España. Su titularidad pública como patronato o como entidad empresarial, ha constituido una connotación poco común que lo ha diferenciado del resto de medios de comunicación que han ido conformando a lo lago del tiempo el espectro periodístico ciudadrealeño.
Lanza es un claro ejemplo que desde lo público también se puede contribuir con responsabilidad a generar opinión y a lograr una ciudadanía más informada, con los consiguientes beneficios sociales que ello comporta.
Hace cinco años que impulsamos un nuevo modelo de empresa periodística para el diario Lanza con el objetivo de contribuir a la pervivencia del medio de comunicación más antiguo de Castilla-La Mancha. Se eliminó el papel diario y pasó a ser semanal a la vez que se fortaleció la edición digital.
Era necesario adaptar el diario Lanza a las exigencias de los nuevos tiempos, una apuesta que con el paso de los años se ha revelado acertada y rentable. Nunca antes la cabecera de Lanza había sufrido una transformación de semejante trascendencia, lo más aproximado fue el paso de la linotipia al sistema offset en la década de los 80, pero entonces no afectó a la periodicidad de la edición.
La evolución de Lanza ha sido cadente en gran parte de su existencia. Su condición de diario público lo hacía vulnerable y proclive a críticas, algunas es posible que fundadas y otras no tanto. En cualquier caso, el periódico ha sobrevivido impasible a proyectos de privatizaciones y a toda clase de imponderables que ha ido sorteando en su azarosa e interesante historia desde su época como Presa del Movimiento hasta www.lanzadigital.com.
La rotativa hace tiempo que se paró, el ajetreo de madrugada de las furgonetas de reparto también terminó, se suprimieron las secciones de montaje, de composición y también el laboratorio de revelado.
Ahora Lanza es un periódico digital inmerso en la producción periodística y audiovisual. Pero hoy no sería lo que es sin los linotipistas que componían las galeradas de texto, línea por línea, en plomo; sin los que se sentaron frente a las Hispano Olivetti y, más tarde, ante los primeros ordenadores IBM. Sin los que montaban los astralones, sin los que revelaban las fotos y sin quienes engrasaban y surtían de tinta los cuerpos de la rotativa.
Lanza es presente porque atesora mucho pasado, unos orígenes que hay que valorar y que han cimentado una evolución contra todo pronóstico por el empeño de muchos, sobre todo el que le han venido poniendo todos sus trabajadores y trabajadoras.
El periódico más longevo de la región tiene una función que cumplir que no es otra que contribuir al interés general de todos los hombres y mujeres de la provincia a través del ejercicio de un periodismo riguroso y responsable. Esta es su obligación dado que su presupuesto a día de hoy sigue siendo en una parte importante público y eso le obliga como medio de comunicación a ser aún más exigente si cabe, en su compromiso con la verdad, la pluralidad, el respeto al honor y a la intimidad de todas las personas. Son muchos años de trabajo con este objetivo como horizonte y está de sobra acreditado el oficio.
