La lluvia y el viento han deslucido el 2º ‘Akelarre Motero’ celebrado este fin de semana en Daimiel. Muchos motoristas han cancelado su viaje debido al temporal y el mal tiempo en toda España, aunque ello no ha impedido que casi un centenar de amantes de las dos ruedas hayan participado de esta quedada. “Las inclemencias del tiempo han mermado la participación, pero a pesar de todo estamos contentos, a parte del centenar de motos inscritas, otras muchas personas han venido a disfrutar de los conciertos, la gastronomía, la queimada y del ambiente”, según afirmó Miguel Rodríguez Mejía, presidente del colectivo organizador No nos pilla el radar.
Moteros llegados desde diferentes clubes y lugares de la provincia como Puertollano, Alcázar de San Juan o Tomelloso, así como algunos llegados desde Madrid, “aunque algunos que tenían intención de asistir desde Coruña o Navarra han tenido que cancelar el viaje”, puntualizó Rodríguez Mejía. Sin embargo, desde esta asociación motera aseguraban que el objetivo de hermanamiento y de compartir “buenos momentos” entre aficionados a estos vehículos de gran cilindrada se ha cumplido.
Esta concentración invernal daba comienzo el viernes con bienvenida, cena y el concierto rockero de ‘River Crow’, para dar paso el sábado a una mini-ruta por el Parque Nacional de Las Tablas, que ha sido reducida por la amenaza de lluvia. En la cita, ha habido tiempo para disfrutar de la gastronomía de la localidad o de organizar una pequeña comitiva hasta el centro del pueblo con antorchas en memoria de los moteros fallecidos en carretera, “uno de los momentos álgidos del fin de semana junto con la queimada y cena de la noche del sábado”.
Precisamente, durante la noche del sábado, el alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra, acudía al Pabellón Ferial, sede central de la quedada, para saludar a los participantes. El primer edil ha lamentado que la lluvia haya impedido el total lucimiento de esta iniciativa mientras subrayó la necesidad de agua que hay en la zona, valorando de igual forma “el esfuerzo y valentía de los motoristas que se han desplazado hasta el municipio”.
Un fin de semana en el que ha reinado un ambiente motero de fraternidad, “ensombrecido por el mal tiempo”, como señalaban algunos de los asistentes como Mateo, que afirmaba que “el agua y las motos no forman una buena combinación”. Aún así, muchos daimieleños han podido ver y oír el rugido de estos vehículos en modelos custom, gran turismo, sport o racing, según explicaban desde el motoclub daimieleño, que ya mira a futuros eventos como la asistencia al próximo circuito de Jérez o el tradicional almuerzo que organizan en feria.
