“Los hábitos de consumo han variado mucho en los últimos años: el consumidor español cada vez está más preocupado por la calidad, el sabor y la naturalidad de los productos. Con productos como Honest, Coca-Cola en España cuenta con una palanca de crecimiento para continuar innovando y diversificando su oferta” ha explicado la portfolio expansion director de Coca-Cola Iberia, Paloma Cruz.
Las principales barreras que se encuentran los castellano-manchegos para consumir más productos ecológicos son precio –92,1 por ciento–, una gama de productos limitada –77,3 por ciento–, escasa distribución –72,7 por ciento– y la dificultad para diferenciarlos –55,7 por ciento–, según ha informado Coca-Cola en un comunicado.
Se trata de una percepción en línea con la del resto de España, donde el 76 por ciento de los encuestados considera que aún no hay suficiente información en lo que a este tipo de productos se refiere. El Barómetro Honest confirma que los españoles aún deben aprender a introducir hábitos de consumo más ecológicos en su vida diaria.
Entre los productos ecológicos que a los españoles más les gustaría incluir en su día a día destacan los tés y cafés listos para tomar, en el 38,7 por ciento de los casos. Un porcentaje cuatro veces superior respecto a los que ya los incluyen en su cesta de la compra –11,7 por ciento para los tés y un 10,3 por ciento en el caso de los cafés–.
De acuerdo al estudio del Instituto Sondea, siete de cada diez españoles ya incluyen en su dieta productos ecológicos. Así, el 57,6 por ciento asegura consumirlos varias veces por semana de los que tan sólo un 17,1 por ciento lo haría a diario. Por comunidades autónomas son Extremadura –82,9 por ciento–, Castilla y León –77,5 por ciento–, Aragón –76,8 por ciento– y Cataluña –75,4 por ciento– las regiones de España con un mayor número personas que suelen incluir productos ecológicos en su alimentación. En el caso de los castellano-manchegos, este porcentaje asciende hasta el 72,7 por ciento.
Así, para consumir más productos ecológicos, los españoles necesitarían que fueran más baratos –93,4 por ciento–, que se certifique de forma exhaustiva los que lo son –91,4 por ciento– y que estén disponibles en los establecimientos en los que suelen hacer la compra –83 por ciento–.
