Durante los dos primeros días de septiembre la agrupación de padres de niños con enfermedades neurológicas, metabólicas y endocrinas ha instalado un pequeño mercadillo a los pies del Ayuntamiento de Daimiel con el ánimo de recaudar fondos para reformar la sala San Vicente del Hospital Niño Jesús, especializada en estos casos.
Sobre el tenderete una amalgama de productos de estos ‘Guerreros púrpura’ que buscan la solidaridad; desde abanicos, hasta camisetas, pasando por gorras, libretas, broches, pulseras y jabón. Todos, bajo una misma seña de identidad: el color violeta que identifica este designio tan especial.
La asociación quiso agradecer al alcalde, Leopoldo Sierra, su colaboración en el proyecto “Reformemos San Vicente” y le hizo entrega de una placa que recuerda como “sin personas como vosotros, no podríamos llevar a cabo nuestra labor”.
Eso mismo señaló la presidenta Pilar Jiménez al propio edil durante un sencillo acto donde estuvieron acompañados de otros ‘guerreros’ y los concejales Jesús David Sánchez de Pablo, Alicia Loro y María del Carmen Rivero.
‘Guerreros Púrpura’ dio sus primeros pasos con la elaboración de pulseras. Poco a poco fue sumando colaboradores y también manualidades, algunas de ellas con la participación de los propios niños afectados. En su ánimo seguir batallando contra este tipo de patologías, obteniendo recursos destinados a la investigación y a las terapias.
En esa línea miran hacia otro futuro reto: poner en marcha una sala multisensorial, que sería la primera de esas características en el hospital madrileño. De momento, llevan cinco meses en marcha y, como advertía Jiménez hace unos días en Radio Daimiel, “no cejaremos en esta lucha porque a todos nos puede pasar”.
