“La Atención Primaria en Castilla-La Mancha sigue en situación de desamparo, y con ella, usuarios y profesionales”, dice CSIF, sindicato que ante el mensaje del Gobierno regional de destinar el 25% del presupuesto total sanitario a la Atención Primaria, cree que no está expresado en cifras y desconoce si es una apuesta real o un mensaje electoralista, ya que a pesar de tibias mejoras en las condiciones laborales y retributivas de los trabajadores del Sescam, más acentuada a final de la legislatura, para CSIF estas mejoras son parciales y después de seis años de recortes, falta mucho por recuperar. Recuperar, que no mejorar, respecto a la situación previa a 2012, cuando la Ley 1/2012, conocida como ley Cospedal, la legislación de los recortes de la anterior legislatura, se ha mantenido vigente en la presente, prácticamente en su totalidad.
Las listas de espera en la Atención Especializada, lacra del sistema especialmente lamentable en cuanto a la espera quirúrgica en oncología, llegaron a la Atención Primaria. Tener que esperar no sólo para que te vea el especialista o te operen, que ya es lamentable, sino para que te valoren y te traten los profesionales que constituyen la puerta de entrada al sistema sanitario resulta inaceptable. Tanto profesionales como usuarios consideran inasumible esta situación, que encuentra como válvula de escape la sobrecarga de los servicios de urgencias ante la falta de solución por parte de la Administración regional. Y solución no hay otra que sustituir al 100% de trabajadores: las ausencias de los profesionales por vacaciones y resto de permisos, bajas laborales, excedencias por cuidado de hijos, etc.
En una encuesta realizada por CSIF y publicada el pasado mes de marzo se constataba que el 89 por ciento de los profesionales de Atención Primaria del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) consideraba que no se dedica el tiempo suficiente a cada paciente.
El Sescam nos ofrece datos, pero son relativos como un aumento del 18% de las sustituciones respecto al año anterior. Pero un aumento del 18%, de algo que es poco, es muy poco. O datos como que se ha incrementado el número de días sustituidos en la época estival, que en 2017 ascendió a 112.753, casi el triple que en 2013. Sí, pero cuántos profesionales y durante cuánto tiempo se dejaron de sustituir. Se nos debería dar otro tipo de datos: porcentaje de sustituciones que se cubren respecto al 100% de las ausencias que se producen. En verano, por lo pronto, no se sustituyen sistemáticamente a los profesionales de los centros urbanos, cubriéndose a sí mismos y sobrecargando las agendas. Los de los centros rurales sobreviven a duras penas cubriendo dos o tres pueblos a la vez, en un continuo ir y venir de una población a otra.
Si en verano la situación se agrava, lo que está pasando en este el último trimestre del año es difícil de calificar, ya que en muchas gerencias se han pasado de presupuesto (insuficiente de por sí) y se ha producido un frenazo en las sustituciones, y esto en puertas de la estacional epidemia de gripe y de las vacaciones de Navidad.
Acciones contra la gripe
El Sescam anuncia que el Plan de Prevención y Actuación frente a la Gripe incluye un dispositivo especial para garantizar la atención adecuada de los pacientes ante una potencial sobrecarga asistencial, y que se tiene previsto refuerzo de plantillas, sobre todo en Urgencias, pero la gestión de estas medidas, tal y como denuncia CSIF año tras año, es mala y las medidas se aplican tarde y de manera insuficiente tanto en los Servicios de Urgencia Hospitalaria como en los Puntos de Atención Continuada de Atención Primaria y consultas.
Nuestra Atención Primaria y los profesionales que la sustentan se merecen una mayor responsabilidad por parte de la administración sanitaria y por ello, CSIF exige la cobertura del 100% de las ausencias, que permita acabar con la demora en las citas de Primaria, como medida prioritaria, junto con la recuperación total de los derechos pedidos y en especial de la carrera profesional.
