Castilla-La Mancha es tierra de caza. La actividad cinegética genera todos los años en esta comunidad autónoma alrededor de 634 millones de euros, lo que significa el 1,7 del PIB de la región, y el sector cinegético mantiene 23.550 puestos de trabajo.
Ante esta realidad el Gobierno de Castilla-La Mancha ha apostado de manera firme y convencida por la caza y lo ha hecho mediante el desarrollo de un modelo en el que toda la ciudadanía puede beneficiarse de la riqueza económica que genera el sector cinegético.
Por este motivo, el Gobierno regional emprendió en la presente legislatura una modificación de la Ley de Caza necesaria atendiendo al bienestar ciudadano en una clara apuesta por la caza social. La nueva normativa trata de favorecer la actividad cinegética en igualdad de oportunidades para que los cazadores rurales puedan recuperar su espacio en el sector cinegético y no se base exclusivamente en un deporte de élite de los que pueden permitirse el lujo de pagar los cotos privados de caza.
Cotos sociales
Con estos cotos sociales se consigue que las personas que quieren disfrutar de la caza y no tienen suficientes recursos para hacerlo en grandes cotos particulares puedan practicar la actividad cinegética en estos espacios. En la anterior legislatura fueron suprimidos estos cotos sociales impidiéndose la práctica de la actividad cinegética en igualdad de condiciones.
Así, se empezó por recuperar y reabrir el coto social de Canadillas en Sevilleja de la Jara (Toledo) el año pasado y para la nueva temporada, comenzará a funcionar el ubicado en La Dehesa en Alpera (Albacete), dos cotos sociales donde se priorizan los cazadores locales y regionales, en un 80 por ciento de la totalidad, frente a los nacionales, para acceder a uno de los puestos que se ofertan.
Y no serán los últimos, el Gobierno de Castilla-La Mancha sigue trabajando para la reapertura de más cotos sociales en las provincias de Albacete y Ciudad Real.
Además con objeto de favorecer el acceso a estas actividades se ha eliminado ya del pago de las tasas de la licencia de caza a los ciudadanos jubilados y es intención del Ejecutivo regional exonerar a la totalidad de los ciudadanos de la región de este gasto en la próxima legislatura.
Además, los cotos de las sociedades de cazadores, donde se practica una caza vecinal, con especial atención a los cazadores locales, han podido reducir ya los importes de la matricula un 50 por ciento, mientras que las zonas colectivas de caza que se encuentran federadas tienen un beneficio fiscal adicional de un 15 por ciento y aquellas sociedades que cumplen los fines sociales definidos para las Zonas Colectivas de Caza tienen un descuento en el pago de la matrícula del 30 por ciento.
“Gobierno de la caza social”
Reflexionando al respecto, el consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, saca pecho por un Gobierno que ha recuperado los cotos sociales, que ha eliminado las tasas por licencia de caza y pesca para mayores de 65 años y que ha disminuido las cuotas de las asociaciones, frente al Gobierno de Cospedal que exigía el pago de la tasa a mayores de 65 años, no eximía a las asociaciones federadas y tampoco mantuvo los cotos sociales. “Somos el Gobierno de la caza social”, destaca Martínez Arroyo, que indica que cuando habla de caza social se refiere a la gente de nuestros pueblos.
En Castilla-La Mancha se concentra el 16% del terreno cinegético nacional, siendo la segunda comunidad autónoma con mayor extensión de terrenos cinegéticos por detrás de Castilla y León. Hay cerca de 5.900 cotos, que representan el 18% del total en España, y contribuyen a la conservación de la biodiversidad, ya que uno de cada tres cotos en la región participa en proyectos de recuperación o en la conservación o desarrollo de la biodiversidad.
Perdiz roja
En su afán por la conservación y la sostenibilidad, el Gobierno regional ha desarrollado distintos planes para la recuperación de especies y conservación de espacios. Así, existe un plan de recuperación de la perdiz roja autóctona que se centra en dos líneas principales de trabajo: la recuperación genética de la especie y la reintroducción de la misma a través de la venta de pollos y huevos a las granjas comerciales.
En Chinchilla de Montearagón se han invertido 100.000 euros en la mejora de las instalaciones de una granja y para la contratación de personal y la obtención de individuos puros, contando ya en la actualidad con 850 parejas reproductoras y 7.500 perdices rojas puras. Esta cuantía económica se unirá a los 218.000 euros comprometidos hasta el año 2021 por el Gobierno de Castilla-La Mancha que servirán para que el centro sea viable.
A esta línea de pureza de la perdiz roja se le une la reintroducción de la especie en su medio natural para lo cual se publicará la orden de precios públicos de huevos y pollos de perdiz autóctona para que puedan comprarlos las granjas comerciales, consiguiendo así que el animal se introduzca de nuevo en el campo castellano-manchego, algo que se había perdido, debido sobre todo a la hibridación con la perdiz turca.
A esta medida se le sumará una normativa para que las propias granjas apuesten por esta especie autóctona y así desaparezca la perdiz híbrida nacida de la mezcla entre la autóctona y la turca, que es la que han incorporado las granjas, algo que ya ha despertado interés en el sector cinegético.
Compromiso del Gobierno central
A nivel nacional el Gobierno central también ha mostrado su compromiso con el sector de la caza, así el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, lo ha definido recientemente como “fundamental” para mantener “vivo” el medio rural.
El ministro mostró la “voluntad” del Gobierno y su “compromiso” con el sector desde el punto de vista del desarrollo rural y del conjunto del medio rural español en el que la caza es un “instrumento de gestión del territorio” y un “magnífico elemento” de desarrollo económico y social, puesto que el 87 por ciento del suelo nacional es territorio de actividad cinegética.
Apuesta desde lo local
En esta línea, los grupos municipales socialistas en los ayuntamientos de Castilla-La Mancha están presentando mociones para continuar con el fomento de la caza social y promocionar y ampliar la figura de los cotos sociales y zonas colectivas de caza para facilitar el ejercicio de la caza en régimen de igualdad de oportunidades con especial atención a los cazadores locales, con objeto de asegurar la conservación de los hábitat y especies cinegéticas y silvestres y como catalizador fundamental del relevo generacional de los practicantes de la actividad.
Además abogan por asegurar la sanidad animal y pureza genética de las poblaciones cinegéticas, con especial atención a la perdiz roja como especie emblemática de la actividad en esta región poniendo en marcha las acciones de conservación.
También invitan a realizar campañas de difusión y educación ambiental de la actividad entre la ciudadanía, informando sobre los beneficios que produce para la conservación de los recursos naturales, de los hábitat y especies y como prevención de enfermedades y daños mediante campañas de difusión y de educación ambiental.
Y por último piden exonerar a los cazadores y pescadores de las tasas para obtener la licencia para poder realizar la actividad, tal y como ya se ha iniciado desde el Gobierno regional con los jubilados.
La caza es uno de los grandes recursos y conocedores de esta circunstancia, desde el Gobierno regional se trabaja para que, desde la conservación y la sostenibilidad toda la sociedad pueda beneficiarse de la riqueza que puede generar el sector cinegético.
