La cooperativa Santa Catalina se ha visto obligada a suspender la asamblea general extraordinaria del próximo domingo. Tenía previsto aprobar las normas de campaña para la próxima vendimia, pero no será posible por precepto sanitario. El presidente y el gerente han explicado en rueda de prensa los pormenores de una vendimia que ya está cosechando los varietales. De hecho, la bodega ya ha molturado más de medio millón de kilos. El tinto y el blanco airén comenzarán a recibirse en los próximos días.
“Prevemos una cosecha buena, aunque no tanto como se esperaba”, señala el presidente, Pedro José Martín-Zarco. La cooperativa prevé molturar un 20 por ciento más que los 35 millones del año pasado. “Vemos ganas de traer uva”, afirma, aunque admite que será una campaña “distinta”.
Precios bajos
“El agricultor no está conforme porque tenían otras cuentas”, declaró el presidente sobre el bajo precio de la uva en tablilla. “Esperábamos que bajara algo por cómo están las cosas, pero no tanto”. Tampoco es una buena noticia para la cooperativa, a pesar de que ya no tiene vino de la cosecha pasada y de que está incluso cerrando contratos con vino de esta cosecha.
Normas principales
El gerente, Rafael Bermejo, resumió las normas de campaña más relevantes. Se va a hacer un porcentaje del 15 por ciento más el cupo garantizado para el socio. “Si superasen el cupo más el 15 por ciento habría que pedir una autorización al Consejo Rector”, dijo. Una forma de pagarlo es pasar a contrato un cincuenta por ciento de ese exceso y otra forma es un pago por molturación más los sobrecostes por alquiler de depósito o transporte si los hubiera”. En todo caso, será preciso apuntarse previamente a fin de ordenar la descarga y no sobrepasar las posibilidades de molturación de la bodega. De hecho, la cooperativa establecerá un volumen máximo de entrega diaria. También –añadió- “es importante que los socios informen del polígono y parcela de donde vienen sus uvas antes de descargar”. “Es de obligado cumplimiento”.
En cuanto a los preceptos establecidos por la administración regional, destacó dos novedades. Por un lado, se fija un exceso por hectárea de 18.000 kilos de uva tinta y 20.000 kilos de uva blanca. “Nos dicen que no se podrá destinar a la elaboración de vino, pero no sabemos muy bien qué harán con esas uvas; supongo que ya nos lo dirán”. Por otro, será penalizada toda la uva que llegue por debajo delos 9 grados baumé. “Teóricamente esa uva se tiene que destinar a uso industrial”.
Bermejo avanza que la calidad será un calco respecto al año pasado, tanto en acidez como el potasio o los grados máximos y mínimos. “Ya hemos cogido los varietales y tanto la calidad como el grado están llegando bien”.
Pago en tres plazos
Y un tema muy importante es que la cooperativa ha fijado tres plazos para pagar la uva a sus socios. Habrá un primer anticipo en la primera quincena de noviembre, un segundo anticipo “lo antes posible, con fecha tope a mediados de mayo”. Y una liquidación final “antes de comenzar la siguiente campaña”. Aclaró que si algún socio necesita algún anticipo fuera de esas fechas sería estudiado e intentaría atenderse la petición.
Con todo, el presidente prevé que la cooperativa subirá la molturación. “El año pasado molturamos 35 millones de kilos y esperamos sobre un veinte por ciento más”. “Ya hemos hecho alguna venta de vino nuevo para que se lo lleven en cuanto esté disponible”. “No quisiéramos alquilar depósitos, pero no habría más remedio si fuera necesario”.
