En España, será en los años 30 del siglo XIX cuando comiencen a planificarse las primeras iniciativas ferroviarias en las zonas con una actividad económica más intensa. El ferrocarril ha sido elemento esencial en el desarrollo de muchas ciudades y Ciudad Real es una de las ciudades en las que esta infraestructura ha tenido una incidencia esencial. Importancia por lo que ha supuesto de desarrollo económico, por la generación de empleo y por su influencia en la configuración física de su estructura urbana.
El ferrocarril y las comunicaciones con el resto de la Península
El desarrollo de las líneas ferroviarias que atraviesan Castilla-La Mancha está definido por las concesiones que tratan de enlazar diferentes puntos de la geografía española. La construcción de la red férrea a su paso por Castilla-La Mancha no va a responder a demandas internas del mercado, ni tampoco recogerá capital para invertir en el mismo ya que no existía un grupo social con el poder económico necesario. Los trazados de la línea Madrid-Zaragoza-Alicante que definen el nombre de la compañía MZA, las líneas que unen Madrid con Extremadura y Portugal o las líneas que van comunicando Madrid con el Sur de España van estableciendo los recorridos por este territorio.
La primera línea que atraviesa Castilla-La Mancha es la de Aranjuez-Almansa otorgada a José de Salamanca por R.O de 1844, como continuación de la línea Madrid- Aranjuez y la que completa la línea Almansa-Alicante, otorgadas de forma separada. El 1 de mayo de 1852 comenzaron las obras de la línea Aranjuez-Almansa llegando la línea a Tembleque en septiembre de 1853 y a Alcázar de San Juan el 20 de junio de 1854, siguiendo por la provincia de Ciudad Real por Criptana, Pedro Muñoz y Socuéllamos, llegando a Albacete el 18 de marzo de 1855.
En 1859 don Antonio Lara, marqués de Villamediana, obtiene una nueva concesión de Madrid a Ciudad Real que vende a la MZA. El ritmo de las obras permite que la línea llegue a Manzanares y Daimiel en 1860, el 21 de enero de 1861 a Almagro y el 14 de marzo de 1861 a Ciudad Real.
La “Directa” Madrid- Ciudad Real
Un año después de funcionar la línea que unía Ciudad Real con Alcázar de San Juan se constituyó la Compañía del Ferrocarril de Ciudad Real a Badajoz (CR.B) que nació legalmente el 26 de marzo de 1861. La presidencia honoraria era del asturiano Alejandro Mon y Pidal y la efectiva del marqués de Cabra que tenía como consejero a José Canalejas y Casas. La línea plantea un trayecto directo Madrid-Ciudad-Real a través de Algodor, Fuente el Fresno y Malagón con unos 180 Kilómetros ejecutados en tan sólo catorce meses. La Compañía buscó en Madrid unos terrenos cercanos a la huerta del Jardincillo, junto al Paseo de las Delicias, donde instaló su estación.
En 1871, la CR. B reivindicará el tráfico de Madrid a Portugal por Badajoz utilizando su línea de Madrid a Ciudad Real lo que reducía el viaje de 882 a 789 Kilómetros. La relación Madrid, Algodor, Ciudad-Real, Portugal se inauguró solemnemente en Elvas el 3 de febrero de 1879 con la asistencia de los reyes de España, D. Alfonso XII y de Portugal D. Luis I de Bragança. La medalla conmemorativa recuerda la fecha y en su reverso indica “construida en 14 meses sin subvención del Estado”.
Las nuevas comunicaciones de finales del siglo XX. El tren de alta velocidad
El primero de los trazados del tren de alta velocidad que se diseña en nuestro país es el que une Madrid Sevilla con motivo de la Exposición de 1992. La existencia de un eje de alta velocidad, que desde 1992 atraviesa Castilla-La Mancha de norte a sur, ha constituido uno de los hitos más significativos en la mejora de las comunicaciones de los dos núcleos de población incluidos en esta línea, Ciudad Real y Puertollano.
El desarrollo de las líneas de alta velocidad en el resto del país ha permitido que Ciudad Real quede incluida en las comunicaciones con numerosas ciudades españolas de forma rápida a través del AVE. Son numerosas las poblaciones a las que se puede acceder desde Ciudad Real con lo que ello ha supuesto para su desarrollo comercial y para la calidad de servicios educativos, sanitarios y culturales.
El ferrocarril y el desarrollo de la ciudad
El ferrocarril establece condicionantes especiales en el desarrollo de la ciudad por la presencia de las vías, la localización de las estaciones y los servicios que necesitan sus instalaciones. Cuatro localizaciones diferentes han tenido las estaciones del ferrocarril en la ciudad. En la fotografía de Laurent de finales del XIX se hace visible la estación que ocupaba un lugar en la actual avenida del ferrocarril. La estación situada en la zona posterior del Parque de Gasset y reconvertida, en parte, en Museo del Ferrocarril es otra de las localizaciones. La estación situada al final de la calle Ciruela frente a la puerta de ese nombre ha sido la que ha permanecido hasta el traslado a su actual situación que se inauguró en 1992 con la llegada del AVE.
Ello ha hecho, por otra parte, que los trazados de llegada del ferrocarril a la ciudad se hayan ido modificando. En el plano topográfico de 1882 el ferrocarril discurre por la zona Oeste de la ciudad con un ramal que pasa por el sur para llegar a Miguelturra. En el plano de 1954 ya la línea sigue su recorrido por el Sur de la ciudad y sigue hacia el Norte por la parte Este de la ciudad. Durante largos años la presencia de la estación y las vías que llegaban a ella dividía la ciudad en dos dejando la zona de Larache separada del resto de la ciudad por una barrera que se salvó con la construcción de un túnel.
La llegada del AVE modifica sustancialmente los trazados del ferrocarril liberando los antiguos terrenos de RENFE, salvando la barrera de separación de la ciudad. La amplia curva que hace en su recorrido separa las vías de la ciudad aproximándose a la misma en su zona Este en la actual estación del AVE que separa ahora la ciudad en esta zona estableciendo una nueva frontera que se salva por pasos puntuales dado el recorrido elevado de las vías hasta abandonar la ciudad.
La estación del Parque de Gasset
De las estaciones quedan, en la actualidad, los restos de la existente en la parte posterior del Parque de Gasset que se comenzó a convertir parcialmente en Museo del ferrocarril y la nueva Estación del AVE. En la del parque de Gasset, durante años, se han realizado importantes inversiones desde el ayuntamiento rehabilitando la planta baja de la zona izquierda. La Escuela Taller rehabilitó y ocupaba una zona de la planta primera. La Asociación de Amigos del ferrocarril ha realizado un trabajo minucioso y constante durante años, digno de elogio, conservando un importante material ferroviario.
La importancia del ferrocarril para Ciudad Real bien merece el esfuerzo de recuperar las negociaciones con ADIF y completar las actuaciones en este edificio con una excelente localización junto a la zona verde. El Museo podía incorporar servicios como el de restauración (la Fonda de la estación) con espacios exteriores de calidad, eliminado el resto de la zona ocupada hasta fechas recientes por un bar en esa localización. Los plazos administrativos agotados deberían dar paso a una nueva negociación y a un impulso final para conservar parte importante de nuestra memoria del trabajo que ha tenido un valor esencial para la ciudad y para muchas personas que han desarrollado su actividad laboral ligada al ferrocarril.
