Un pueblo del Instituto Nacional de Colonización
Villalba de Calatrava se pensó como una población con 100 viviendas para colonos, 6 viviendas de obreros, una iglesia con sacristía y dependencias parroquiales, dos escuelas con casa para los maestros, un local para artesanía, abacería y posada con bar, edificio para la administración con consultorio médico y casa de la hermandad sindical. Un programa de necesidades que define una población desde cero con una gran calidad. En 1957 Agustín Delgado de Robles redactó los proyectos de los cementerios de Bazán y Villalba que se localizan en zonas separadas del núcleo principal. Años después, en 1986 Fernández del Amo proyectó los Hogares rurales que fueron dirigidos por Rosado Gonzalo.
Villalba tiene una estructura urbana de gran interés en su ordenación general y en el planteamiento de los programas de las viviendas. Las manzanas tienen forma de hexágonos ligeramente aplastados, de 160 metros de longitud y 90 metros de ancho. Cinco de estas manzanas están dedicadas a viviendas de colonos y la sexta para equipamientos comunes. En cada una de ellas se van ubicando las viviendas que tienen una planta baja con un porche grande de entrada, cubierto, una cocina-comedor con chimenea en una de sus esquinas, despensa, un aseo y la escalera que comunica con la planta alta. Hay viviendas de cuatro dormitorios con una pequeña terraza encima del porche de entrada y otras de tres dormitorios. El volumen construido de gran limpieza geométrica tiene un equilibro en cada una de sus fachadas con pequeños huecos que perforan la fachada y cubiertas inclinadas de las que sobresale ligeramente la chimenea de la esquina de la zona de comedor-cocina. Soluciones que, en su sencillez, se organizan de forma correcta y generan una forma atractiva.
La iglesia como referencia central
En la manzana comprendida entre las plazas de la Sagrada Familia y Santo Tomás está el complejo de la iglesia, los anejos parroquiales, la cantina-bar y la vivienda del encargado. La iglesia tiene planta rectangular en dirección Este- Oeste con una nave para las celebraciones formada por cuatro crujías con una zona de presbiterio de planta cuadrada. Desde el presbiterio se accede a los laterales donde se sitúan la sacristía y una zona de almacén.
El acceso principal a la iglesia se realiza por su frente desde la plaza de la Sagrada Familia con una doble puerta. En esta zona hay una doble altura con el coro en la parte superior al que se accede desde el lado derecho de la entrada y en el otro lado se sitúa el baptisterio. En el lateral sur otro acceso comunica la iglesia con la zona ajardinada exterior. El frente de la manzana donde se sitúa la iglesia deja dos zonas ajardinadas en sus dos lados dando una especial relevancia al espacio religioso con este ensanche del espacio público exterior. El frente de la iglesia de trazado rectangular tiene un atractivo especial por el revestimiento cerámico de Hernández Mompó que lo cubre con colores y tonalidades atractivos.
En su interior tiene un baptisterio con cerámica de Julián Gil y hay elementos como el sagrario con un tratamiento de cerámica similar a los de la fachada y baptisterio, la pila bautismal y la pila de agua bendita especialmente diseñados. El retablo ha tenido una vida azarosa que afortunadamente, en 2015, gracias a las gestiones de Rafael Fernández del Amo fue recuperado en `parte y colocado de nuevo en la iglesia de Villalba de Calatrava
Urbanismo y arquitectura
La manzana destinada a equipamientos públicos acoge los servicios generales del municipio. En el extremo Este se sitúa la iglesia y en el Oeste están las escuelas con dos aulas separadas para niños y niñas. En el frente donde se sitúa la iglesia, en la parte izquierda, un espacio para la catequesis y en la derecha, está la abacería con una zona de vivienda. En el frente Norte, el edificio sindical con dos viviendas de colonos a cada lado y en el frente Sur el edificio de administración con una vivienda de colono a cada lado. En el lado Oeste se sitúan las escuelas con sus dos aulas y a cada uno de los lados una vivienda para el maestro. En el interior de la manzana queda un amplio espacio ajardinado con una pequeña zona de almacén de planta rectangular en el centro. Una concentración de los equipamientos públicos y una clara definición de los servicios esenciales de la nueva población.
Un urbanismo especialmente cualificado en donde la escala y la resolución de los temas de ordenación general y de arquitectura, en paralelo, garantizan un resultado funcional y formal de gran calidad. Los frentes de las manzanas hexagonales se hacen cóncavos creando y crean así pequeñas plazas comunes entre ellas. Las manzanas de viviendas y de equipamientos comunes, tienen tratamientos en los que se mezclan las soluciones de una arquitectura popular conocida y planteada con maestría y un lenguaje actual definido por la sencillez de los volúmenes, el equilibrio y las proporciones de los diferentes elementos.
Villalba de Calatrava conjunto histórico
La declaración de Villalba como conjunto histórico es un buen ejemplo de aprecio por la arquitectura contemporánea de calidad, por la voluntad de conservar y preservar la totalidad de una población en la que los valores urbanísticos y arquitectónicos abarcan la totalidad de su construcción.
A la concepción general de su urbanismo y del diseño de los elementos que lo integran hay que añadir los elementos singulares. En los pueblos de colonización hubo una voluntad de colaboración de los arquitectos con artistas, especialmente del ámbito religioso. Un conjunto de valores singulares urbanísticos, arquitectónicos y artísticos que justifican la declaración de Villalba como conjunto histórico.
Estas poblaciones han perdido en muchos casos sus habitantes por el abandono de sus actividades agrícolas a las que estaban unidos. Se mantienen en ocasiones como poblaciones de segunda residencia o residencia de temporada. En muchas ocasiones las transformaciones realizadas, sin criterios ni normas, están deteriorando gravemente la imagen y los valores que tuvieron en sus orígenes. Hay que traducir la declaración de conjunto histórico en un Plan Especial que delimite los elementos singulares y las posibles actuaciones futuras. Y sobre todo queda el camino de la valoración común de la administración y de los ciudadanos para conservar y mantener este patrimonio.