Irene San Millán Rodríguez, de Puertollano, se encuentra en el primer año de tesis doctoral cuyo trabajo consiste en realizar cultivos en sistemas tridimensionales. Trabaja en colaboración con la Facultad de Medicina de Ciudad Real, dentro del trabajo de investigación Nanoquímica del MSOC que lidera la catedrática y directora del IRICA Ester Vázquez, con el objetivo de fabricar materiales en los que cultivar células y que puedan proliferar y desarrollarse en un entorno similar a los tejidos naturales.
“En lugar de tener un cultivo en una placa, que es plana, cuando las células encuentran estos materiales están más a gusto, al ser similar al tejido natural, y pueden proliferar y diferenciarse mejor”, explica esta doctoranda que desarrolla su labor de investigación entre el grupo del Instituto Regional de Investigación Científica Aplicada (IRICA) y la Facultad de Medicina de Ciudad Real.
Docencia o investigación
Irene San Millán estudió el grado en Ingeniería Química e hizo el máster, el año pasado, en el campus de Ciudad Real. Aún no tiene claro si se inclinará en un futuro por la docencia o por la investigación debido a la situación por la que atraviesa ésta en la actualidad.
“La investigación me gusta muchísimo pero tal y como está la situación actual no puedes saber por dónde te va a llevar la vida. Es muy cambiante”, explica en conversación con Lanza.
Tiene claro que terminará el doctorado y realizará la investigación postdoctoral para, después, comenzar a enviar currículums “a ver qué sale” y si lo que sale es en investigación “mucho mejor, si no puede que me plante en la docencia” aunque ha comenzado a descubrir la divulgación y le gusta bastante.
Tuvo claro que estudiaría ciencias
A Irene San Millán la inclinación hacia los estudios de ciencias le viene desde pequeña y de familia ya que todos en ella son de ciencias. “Me ha gustado muchísimo”, reconoce, tal es así que cuando le tocó elegir carrera no tenía claro si quería estudiar Ingeniería Química o no, pero sí sabía que apostaría por una carrera ciencias, con total seguridad.
Por proximidad eligió estudiar el grado de Químicas en el campus de Ciudad Real y una vez que comenzó, conoció a los compañeros “ y te van explicando cosas, te vas enganchando…”, asegura.
Preguntada sobre su mensaje a los estudiantes de Bachillerato que tendrán que elegir una carrera lo tiene claro: que elijan ciencias.
“Si les apasiona, luchen por ello. Que no tengan miedo de probar. Puede haber gente que tenga claro la carrera que va a estudiar, pero otros tienen muchas dudas. Yo tuve una compañera que estaba en el Bachillerato de Ciencias y terminó en Letras. Se trata de intentar descubrir cuál es tu vocación y si no pruebas no lo vas a conseguir… si no sigues adelante, te queda la experiencia”, señala-
Adaptación y movilidad
En cuanto al papel de la mujer en el mundo de la investigación en el que es necesaria una gran preparación, estudio y movilidad, esta doctoranda de Puertollano considera que las mujeres hoy “nos adaptamos más y tenemos una mayor capacidad para la movilidad”.
A su juicio, las investigadoras en su etapa de formación han vivido en un entorno en el que “no hay nada seguro”, una circunstancia que lejos de llevarlas a posiciones más conservadoras les ha hecho avanzar para conseguir sus anhelos.
“Nos hemos criado en un entorno en el que no hay nada seguro. Es más, no sabemos dónde vamos a terminar y vamos de contrato en contrato y a ver qué sale. Esta situación nos abre más la mente y contribuye a que tengamos menos ataduras”, reconoce.
Hidrogeles
Irene San Millán comenzó a trabajar en el grupo de Nanoquímica del MSOC en septiembre de 2018, durante el último año de su carrera con el proyecto “Síntesis de hidrogeles para aplicaciones de ingeniería de tejidos” y defendió su trabajo de fin de carrera titulado “Ingeniería de tejidos: factores de crecimiento”.
En septiembre de 2019 comenzó el Máster en Investigación Química llevando a cabo el proyecto: “Hidrogeles basados en quitosano: síntesis y caracterización” y en 2020 obtuvo una beca FPU del MEC para realizar su doctorado titulado “Materiales poliméricos como andamios tridimensionales para cultivos celulares y diferenciación celular”, bajo la supervisión de la Profesora Ester Vázquez Fernández-Pacheco y la Profesora Inmaculada Ballesteros Yáñez.