Varios portavoces del sector de la cebolla de Castilla-La Mancha esperan esquivar los efectos de la crisis de precios que estos días viven agricultores andaluces, coincidiendo con el inicio de la cosecha nacional de la hortaliza.
El responsable de Cebollas y Cítricos de COAG Córdoba, Salvador Fernández, confirma la bajada, y achaca a la importación “masiva” de productos hortofrutícolas del hemisferio la actual “saturación” de cebollas en el mercado español.
Esta situación “está hundiendo los precios” en los inicios de la recolección, señala en declaraciones a lanzadigital, para desesperación de los productores. Cotizan “a 10 y 12 céntimos, o menos”, un suelo sin ninguna rentabilidad, que se suma a prácticas especulativas como que “no es que no nos compren, nos compran a precios tirados”.
Incluso alerta de que los grandes distribuidores “buscan tierra y siembran ellos mismos para tener menores márgenes”.
Hay miedo pero buenas expectativas
Distinta visión es la de Luis Rubio, gerente de la Asociación de Productores de Cebolla de Castilla-La Mancha (Procecam). Reconoce que “hay mucho miedo”, aunque las expectativas de la campaña manchega -con 11.502 hectáreas plantadas, el 44,4% nacional, y una producción de 835.058 toneladas, el 57,9% global-, están puestas en una evolución positiva de los precios.
“El problema en Andalucía es exportable” al territorio castellano-manchego, aunque hay diferencias sobre las salidas al mercado de cada tipo de cebolla: “la manchega tiene más piel y color, y sirve para conservación”, mientras que la amarilidácea andaluza es más apta para “un consumo rápido”. Esta tipología temprana, agrega Rubio, es la denominada babosa -blanca, con más agua y apenas capas de piel-, y conforma una morfología que condiciona su salida en los mercados. “La rechazan las cadenas de distribución y supermercados porque les pueden dar problemas si no se venden rápido”.
Por ello, y a la espera de las nuevas cebollas de Castilla-La Mancha, “están tirando de la de importación” de un producto más demandado en los lineales, aunque su transporte desde destinos como Nueva Zelanda o Chile produzca una huella de carbono más intensa.
La recolección de esta tradicional hortícola de invierno en Castilla-La Mancha comenzará en la primera semana de junio, y actualmente la planta en las explotaciones goza de una buena salud vegetativa, a pesar de los efectos del hongo Fusarium “en partidas puntuales”. La combinación del calor con la excesiva humedad ha provocado el ataque de este hongo que, afortunadamente, “no afecta a la calidad”. Tan sólo el calibre se reduce al secarse la hoja y limitar el desarrollo de la planta.
Respecto a la comercialización de la cualificada hortícola que despunta en las explotaciones regionales, “será buena”, si bien, coincidiendo con el levantamiento de restricciones sanitarias y la apertura del canal de Hoteles, Restaurantes y Cafeterías (HoreCa), el sector vive una ligera contracción. “El consumo, explica Rubio, ha bajado ligeramente, debido a la caída de la demanda doméstica con las salidas de los familias a los restaurantes”.
Rubio lamenta “los problemas en el mercado” de la babosa y que “no tenga precio” a su salida en origen, un escenario que espera “no tengamos nosotros”.
El consumidor manda
Por su parte, Julián Arévalo, de Quirosa Cebollas, ha achacado la crisis “en parte” a los gustos de los consumidores, que, a su juicio, prefieren “el aspecto” de la cebolla internacional, frente a la de primer ciclo español. “La de aquí tiene más calidad, pero el aspecto es menos atractivo”, señala, a la vez que asume que la oferta se adapta a la demanda y el “consumidor manda”.
Arévalo ha lamentado los actuales valores de las cebollas en el campo, pues “no son rentables”, incluso ha reconocido que hay almacenes de la zona sur que “están pensando dejarla en el suelo”.
Así, en la línea con Luis, espera que “no se produzca el efecto tapón” y la oferta manchega se solape con la andaluza, sobre todo teniendo en cuenta las “bunas expectativas” que estimaban”.
El abanico de precios es grande, reconoce este empresario ciudarrealeño, y va de “10 a 5 ó 6 céntimos”, unas cotizaciones suelo que cayeron de manera escalonada desde los 35 céntimos a que cotizaban hace tan solo unas semanas.