La temporada general de caza en el mes de octubre se ve influenciada por la superpoblación de especies de caza mayor, como jabalíes, ciervos y corzos, lo que ha llevado a la declaración de emergencia cinegética en varias comunidades autónomas de España, incluyendo Galicia, Castilla. y León, Andalucía y Cataluña, entre otras.
Es importante destacar que el número de jabalíes cazados en España se duplica aproximadamente cada diez años, lo que indica un crecimiento exponencial.
Se estima que actualmente puede haber cerca de un millón de ejemplares en el país, y se proyecta que esta cifra podría alcanzar los dos millones en 2028. Además, las poblaciones de corzo y ciervo se han multiplicado por diez y por tres, respectivamente, en las últimas dos décadas.
Esta situación tiene repercusiones significativas no solo en el medio ambiente, sino también en la sociedad. Se ha observado un aumento del 47 % en accidentes de tráfico causados por animales, en particular por jabalíes, entre 2018 y 2020, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Además, se han incrementado los daños en la agricultura y se ha observado una mayor propagación de enfermedades debido al aumento del contacto entre especies silvestres y el ganado, incluyendo enfermedades como la tuberculosis, la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica y el riesgo de que llegue la Peste Porcina. Africana al país.
En respuesta a esta problemática, el sector cinegético se considera una herramienta esencial de control, y la sociedad española lo respalda en gran medida.
Un estudio realizado en 2021 por GAD3 para la Fundación Artemisan reveló que el 71 % de los encuestados está a favor de utilizar la caza para llevar a cabo este control poblacional, y más del 60 % de los españoles no está dispuesto a pagar impuestos adicionales para que la Administración Pública se encargue de esta tarea.
La inversión anual realizada por cazadores y gestores en la conservación medioambiental los alcanza 286 millones de euros
Es importante señalar que casi el 90 % del territorio español se considera territorio cinegético, abarcando alrededor de 43 millones de hectáreas.
Actualmente, hay unas 700.000 licencias de caza en España, y la caza es una actividad practicada por personas de diversas edades, procedencias y niveles económicos, con un crecimiento constante de mujeres participantes en los últimos años.
La caza contribuye significativamente a la economía española, generando cerca de 6.500 millones de euros para el Producto Interior Bruto (PIB) del país, lo que representa un 0,3 % del PIB nacional y un 13 % del sector agrario. Además, proporciona alrededor de 186.800 puestos de trabajo, especialmente en áreas rurales.
Es relevante destacar la inversión anual de 286 millones de euros realizada por cazadores y gestores en la conservación medioambiental, así como en el mantenimiento y construcción de infraestructuras rurales, lo que desempeña también un papel importante en la prevención de incendios forestales.
Además, los cazadores muestran un compromiso cada vez mayor con iniciativas científicas que monitorean el estado de las poblaciones de fauna silvestre, como el Observatorio Cinegético, la mayor red de monitoreo de fauna silvestre en España, y proyectos destinados a garantizar el futuro de especies cinegéticas. y no cinegéticas.
La Fundación Artemisan espera que la temporada de caza se desarrolle con éxito y agradece a los cazadores su trabajo en la custodia, protección y conservación de la biodiversidad, una actividad que se considera necesaria y esencial para el medio ambiente, las comunidades rurales y la sociedad en general.