Familiares de varios de los 21 ancianos internos en la residencia privada Nuestra Señora de Oreto-Zuqueca, de Granátula de Calatrava, se quejan de la situación de aislamiento que soportan sus mayores desde hace un mes. No tienen reproches a la asistencia “y al trato familiar que reciben”, apostillan, pero no entienden que lleven un mes en esa situación sin que les hayan hecho los test de confirmación (preceptivos en los casos menos graves a los quince días), y los positivos puedan recibir el alta.
“No hacen más que llorar”
“Algunos residentes han fallecido y a otros si el virus no los mata no tardarán en caer en depresión profunda, no hacen más que llorar”, afirma Manuel Vállez, hijo de un residente de 91 años, “totalmente dependiente”, que lleva un mes completamente aislado en su habitación, más los dos casi sin ver a su familia.
Fernando Romero, hijo de otra interna, cuenta lo mismo y explica que la dirección de la residencia, gestionada por la empresa castellano-leonesa Clece, les dice que han solicitado las nuevas pruebas a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Castilla-La Mancha, pero no llegan.
Clece ha comprado test y los hará en unos días
“A día de hoy no hemos recibido los tests para los usuarios solicitados al servicio de salud de Castilla La Mancha el pasado 25 de abril, siguiendo el protocolo que nos había indicado”, han respondido a Lanzadigital.com fuentes de la empresa Clece, que en vista del retraso y las quejas de los familiares han decidido comprar sus propios tests que harán a todos los usuarios “en los próximos días”.
No le ha llegado su turno
El Sescam por su parte asegura que existe un protocolo para la detección de Covid-19 que se aplica en todas las residencias de mayores de la comunidad autónoma. En esta residencia se hicieron los test a todos los internos y la plantilla el pasado 6 de abril. Todavía no les ha llegado el turno de las segundas pruebas de comprobación.
