La cita del Puertollano Winter Festival se convierte para las generaciones de los setenta y de los ochenta en una cita de reencuentros de amistades y disfrutes en la noche. Esta séptima edición del Puertollano Winter Festival trajo los recuerdos de las canciones de Los Rebeldes, Tennessee, Cómplices y Tam Tam Go cuando sonaban sus acordes en los míticos pubs de la ciudad de Puertollano como Moto, Quinta, Sarao, Punto o Manía por citar algunos de los que se localizaban en la calle Numancia y aledaños, la calle de la auténtica movida por esas décadas.
Esas mismas canciones sonaron en el pabellón ferial de La Central ante un público entregado dispuesto a pasar una noche diferente con la nostalgia de épocas más jóvenes como trasfondo de los grandes ventanales de La Central.
Los puertollanenses disfrutaron de esta nueva edición de este festival, entre cerveza y cerveza, copa y copa, largas colas en el baño, un frío que hacía homenaje al nombre de este festival, pero con muchas ganas de pasarlo bien con cuatro conciertos que comenzaron sobre las 8:30 de la tarde y se prolongaron hasta pasadas las dos de la madrugada.
El dolor de espalda o los pies cansados por tantos horas de pie no fue óbice para que todos ellos quieran repetir en la próxima edición que ya esperan con los brazos abiertos para poder seguir reviviendo recuerdos de antaño, de un Puertollano en el que estas generaciones hicieron de esta ciudad un lugar de disfrute y ocio cada sábado por la noche.
El majestuoso edificio de La Central sirvió, una vez más, para acoger uno de los festivales que se va afianzado año tras año y que supo, de nuevo, conquistar al público asistente. Más Winter, para más tiempo.