43
41
3-5, 6-9, 10-11, 12-14, 15-16 y 18-19 (descanso); 22-21, 24-23, 27-24, 30-35, 32-29 y 34-34 (final). Tiempo extra: 38-37 y 43-41.
El ID Energy Caserío sigue escribiendo brillantes capítulos esta temporada. Este martes tocó en la Copa del Rey, en la que el equipo amarillo se ha metido en la tercera ronda, a un solo paso ya de la Final a 8, tras superar en la prórroga a un rival de ASOBAL, el Atlético Valladolid.
Lo hizo en un partidazo que tuvo de todo. Una primera parte titubeante de los locales y una segunda con momentos brillantes de diversión de un Caserío que ganaba de seis goles a falta de poco más de 10 minutos. Luego sufrimiento y un bajón anímico, porque el rival puso las tablas en el último segundo después de que los locales erraran un siete metros para sentenciar. En el tiempo extra, después del enorme golpe sufrido, los de Urdiales se recompusieron para llevarse el triunfo y la clasificación, en otra enorme fiesta vivida en el Quijote. Esto es ya muy habitual en este curso.

Más enchufado salió el Atlético Valladolid, que lograba batir con cierta facilidad la portería de un Caserío al que le faltaban piernas rápidas en defensa. De tres goles se fue el cuadro vallisoletano en el minuto 4 del encuentro (2-5), en un acertado inicio de los visitantes.
No lograba el equipo de Ciudad Real disminuir esa desventaja y equilibrar el choque. El rival alcanzó así los cuatro goles, la máxima hasta entonces en el minuto 9 y, a la búsqueda de alentar más a la defensa, Santi Urdiales pidió tiempo muerto (5-9).

Esa corrección dio el resultado esperado. El Caserío intensificó su juego y, con un 3-0 de parcial, se acercó al 8-9 en el electrónico del Quijote Arena. Reaccionó el Valladolid para ampliar de nuevo la ventaja al 8-11, pero el Caserío aprovechó una doble exclusión seguida del rival para volver a situarse a un gol. Incluso, tuvo el empate en un tiro desde su campo de Augusto Moreno cuando los visitantes desalojaron la portería que pegó en el palo.
El juego siguió así con el Caserío haciendo la goma, pero sin llegar a empatar. Se acercaba a uno y el rival luego se iba a tres en una secuencia que se repetía varias veces. Un equipo amarillo en el que Urdiales metió rotaciones a partir del cuarto de hora para repartir minutos. El joven Fernando Romero sustituyó a Óscar Ruiz en la portería para estar también a un gran nivel.

En esa tónica de goles en el tramo final de la primera parte, al descanso se llegó con una mínima ventaja del Valladolid de 18-19. Aguantaban bien los ciudarrealeños y todo estaba abierto para la segunda mitad.
Segunda parte
El Caserío encontró al fin el buscado empate al minuto 3 de esta segunda parte, con un gol de contraataque de Paco Ruiz (20-20). Y luego se puso por primera vez por delante, con un gran lanzamiento de cadera de Ángel Pérez (22-21, min. 4). Habían salido mejor los amarillos, que, junto a los aficionados, se lo empezaban a creer con un +2 (23-21). El técnico del Valladolid, David Pisonero, solicitó tiempo muerto.
Una ventaja de tres goles cogió el Caserío, que había cambiado las tornas al juego partiendo de una gran defensa. Aguantaba por delante, pese a los intentos del rival, que después ya no podía parar a los locales. El equipo de Ciudad Real pasó el rodillo y, poco a poco, fue ampliando la ventaja. Primero se fue a cuatro, luego a cinco y hasta los seis (30-24, min. 18). Vibraba entonces el Quijote Arena a falta de poco más de 10 minutos.

Llegó la reacción del Valladolid, que frenó el ímpetu del Caserío con una defensa más abierta. A tres se pusieron los visitantes (30-27, min. 22). Y, para más emoción, el empate llegó a falta de dos minutos (33-33). Se mascaba la tensión en el Quijote.
Ángel Pérez puso de nuevo por delante al Caserío con otro gran gol de los suyos y el Valladolid perdió el balón en la siguiente jugada para delirio de la grada. Quedaba menos de un minuto, Santi Urdiales pidió tiempo y luego Víctor Morales forzó un siete metros. Ahí estaba la clasificación, pero Ángel Pérez lo erró enviando el balón al poste a falta de 15 segundos y en el último segundo Miguel Camino puso el empate (34-34). El partido se iba a la prórroga en medio de un bajón total en el pabellón.
Había que levantarse del golpe y del cansancio en ese tiempo extra. Y lo hizo el Caserío para, en un intercambio de goles, terminar la primera parte de la prórroga por delante (38-37).

Palacios y Canepa colocaron tres arriba al Caserío en el primer minuto de la segunda parte. Volvía el júbilo al Quijote Arena, pero había que estar precavido. La experiencia anterior así lo decía y parecía que se repetía, porque el Valladolid se puso a uno. Pero esta vez no ocurrió lo mismo. José Andrés Torres anotó el 42-40 a falta de más de 30 segundos y luego Giovagnola sacó un balón. Hubo tiempo para dos goles más por equipo, pero ya entonces el Caserío estaba seguro en la tercera ronda. Partidazo y clasificación.
Ahora los amarillos vuelven a pensar en la liga, en la que son terceros a solo dos puntos del líder Guadalajara. Este domingo tienen una visita al colista, el BM Zamora. Tiempo habrá de nuevo para pensar en la Copa, en el sorteo para ver cuál será el rival de ASOBAL y en el choque del 10 de abril en el Quijote Arena.