David Ramos disfruta de unas merecidas vacaciones. A las puertas del nuevo año, el entrenador del Viña Albali Valdepeñas mira hacia atrás y tiene en su retina la participación en la Copa de España 2023 y el play off por el título, pero de cerca, muy de cerca, tiene los meses de octubre y noviembre donde el de Torrejón vivió los momentos más difíciles de su carrera, incluso, al borde de su cese. Sin embargo, en un mes de diciembre perfecto, las aguas han vuelto a su cauce y la confianza, de momento, parece intacta en un entrenador que agradece mucho al Viña Albali Valdepeñas y que se muestra rabioso por quitarse esa espina clavada de una mala primera vuelta.
-Termina el 2023 y lo hace con cierto sabor dulce por las tres últimas victorias consecutivas. ¿Sana de alguna manera esa semana tan convulsa que viviste previa al 1 de diciembre?
Después de la situación que teníamos al terminar noviembre, todos queríamos un mes de diciembre así. Por otro lado, tengo sensaciones encontradas y agridulces porque sé que el mes de diciembre ha estado muy bien, pero soy consciente de que no hemos estado a la altura de las expectativas de lo que se esperaba de nosotros. Nos hemos fallado y hemos fallado a la gente que confiaba en nosotros para jugar la Copa de España. Toca aprender de esta situación y nos tiene que hacer ver lo difícil que es llegar y mantenerse. Ahora tenemos que hacer una segunda vuelta prácticamente perfecta si queremos pelear por el play off por el título, sin olvidar que no podemos perder el tren de la Copa del Rey.
– ¿Te viste en la calle en algún momento?
Por lo que todo el mundo decía, esa situación se podía dar. Me mantuve a la espera, en mi sitio y fui respetuoso. Estoy muy agradecido a Viña Albali Valdepeñas por estos cinco años y, aun creyendo que he cometido mis errores, y no me escondo, creo que no soy el único responsable. Todos hemos fallado y todos nos hemos equivocado. Hay gente que tampoco ha estado a la altura de las expectativas y eso nos ha hipotecado. Intenté mantenerme en mi sitio y ser lo más profesional posible sobreponiéndome a la adversidad. Voy a seguir peleando por llevar a lo más alto el nombre de Viña Albali Valdepeñas.
– ¿Cómo afrontaste mentalmente esa situación tan difícil a nivel mental?
Me considero una persona muy positiva y gracias a ese talante intenté, dentro de la rabia que tenía, que no era momento de achicarse y que tenía que seguir peleando y defendiendo mis ideas. Hubo una serie de circunstancias que nos obligó a reinventarnos y que, en ese sentido, no me podía permitir el lujo de dudar de mí. Tocó buscar nuevas pautas y una línea de trabajo. Ahora el mes de enero es clave y ojalá mantengamos todo lo bueno que hemos hecho.
– ¿Ha cambiado David Ramos en estos cinco años?
Yo creo que no he cambiado y esta situación me ha hecho ver que no tengo que cambiar. Ha habido momentos en este año y medio que había gente que me invitaba a cambiar algunas pautas. Sé que tengo que mejorar ciertas cosas. Más allá de mis ideas, soy una persona de valores a nivel profesional y eso me ha hecho ver que esta línea es buena.
– Por lo menos, parece que en los últimos meses como que estás más tranquilo, que has bajado las revoluciones.
Soy una persona que vive esto con muchísima pasión, pero es verdad que a veces hay que regular algunas cosas y manejar bien la pausa. Hubo momentos que se fue todo de madre. Había situaciones que no me gustaban en cuanto a valores, de conformismo, de indolencia, de no ser más autoexigente. La presión, en un momento dado, hubo gente que no la supo encajar bien.
– ¿Has aprendido y has crecido en los malos momentos?
Claro que sí. Por supuesto. En los malos momentos es donde más se aprende. Me considero una persona humilde, que sabe escuchar y que encaja bien las críticas. Luego hay que tomar decisiones y esas decisiones no gustan a todo el mundo. Todo esto nos ha enseñado muchísimo. Hay un camino recorrido que jamás debo olvidar.
– Repasando los malos momentos, ¿qué parte de culpa has tenido tú o la plantilla y qué parte de culpa tienen las expectativas que se crearon a principio de temporada?
Esto se ha dispersado un poco o se ha ido de madre. Dentro de que somos un buen club en Primera División, hay clubes con más potencial que son a los que hay que exigirles títulos. Es cierto que nos quedamos con mal sabor de boca por perder la final de la Copa del Rey contra Antequera, pero tampoco podemos perder el norte. Tenemos que ser consecuentes y saber cuál es nuestro sitio. También ha habido situaciones en las que no he estado acertado y también ha habido jugadores que esa presión les ha podido sobrepasar. Yo tengo mi cuota de responsabilidad, por supuesto.
– Pese a quedar fuera de la Copa de España, ¿mantenéis la ilusión de la Copa del Rey o del play off por el título?
Claro que sí. Mi ilusión es que el equipo pueda estar peleando por cosas importantes y no voy a cejar en mi empeño por conseguirlo. Estoy rabioso y tengo una espina clavada por la primera vuelta que hemos hecho y claro que me la quiero quitar. Ojalá podamos pelear por reconducir la situación y pelear por cosas importantes. Viene un apasionante mes de enero para luchar por los puestos de play off y para pasar a cuartos de final de la Copa del Rey y estar a un paso de la final four.
– Tienes contrato hasta junio de 2025, ¿te gustaría finalizar el contrato o se te ha pasado por la cabeza rescindirlo por mutuo acuerdo?
Yo estoy implicadísimo en Valdepeñas. Llevo muchos años aquí y estoy disfrutando muchísimo más allá de que a veces suframos, pero esa manera de sufrir se la regalaba a cualquiera. A mí me encanta esto y acepto la presión para crecer, superarse y establecer nuevos retos. En ningún caso me he planteado la opción de dimitir ni de rescindir contrato. Mi ilusión es pelear para que el Viña Albali vuelva a seguir peleando por hacer cosas grandes.
– Poniendo la balanza de los momentos vividos en el Viña Albali Valdepeñas, ¿qué tira más, los buenos momentos o los malos momentos?
Hemos vivido cosas muy bonitas y uno se las va a llevar para siempre. Estoy muy agradecido a Viña Albali Valdepeñas por la posibilidad que me ha dado de disfrutar de esto durante estos años. Eso te hace valorar aún más las cosas y me dan más ganas para seguir peleando. Todos tenemos ganas de ofrecer un título a la afición, pero creo que tenemos que coger nuestro sitio y entender que lo mejor que podemos hacer es ir de tapados y no a pecho descubierto.
– Por último, ¿qué le pides al 2024?
Al margen de la salud y de sentirte arropado por tus seres queridos, me encantaría poder reconducir la senda y volver a estar donde todos queremos para soñar todos juntos.