Prohibido ahorrar una carrera, una gota de sudor, un esfuerzo más… Y prohibido obsesionarse, bloquearse… La semana ha sido dura en el seno del CF La Solana. Dura y esperanzadora a partes iguales. Mientras la Junta Directiva ha continuado con sus reuniones intentando evaluar la situación, el cuerpo técnico se ha aislado con sus futbolistas en un trabajo asiduo, pensando exclusivamente en el partido frente al Azuqueca (La Moheda, 16,30 h).
Manolo Sancho está en el centro del escenario, consciente de su debilidad si el equipo no reacciona. No son uno, ni dos, los entrenadores que han comenzado a llamar a la puerta amarilla. Lo de siempre. Pero la directiva sigue confiando en él. Lo está demostrando si abrimos la ventana y miramos la casa de algunos vecinos, llámense Almagro o Guadalajara. Nadie (o muy pocos) en La Solana desea la caída del míster que logró el ansiado ascenso, y más siendo de la casa. Pero nadie es eterno, y mucho menos un entrenador de fútbol, si los resultados siguen siendo esquivos.
La conjura en el vestuario está servida. “Tenemos ilusión y ganas de que llegue el domingo para demostrar el equipo que somos ante nuestra afición”, declara Sancho. El técnico pidió el lunes hablar sólo de fútbol esta semana y casi lo ha conseguido. De puertas para fuera, claro. En la cocina del club se sigue trabajando en la búsqueda de refuerzos. Un delantero, algún lateral, quizás un portero… Y los aficionados hablan de los déficits de una plantilla seguramente mejor de lo que dicta la clasificación, pero aún así limitada en varios aspectos.
Todo camina en función de este partido. La brutal sangría de ausencias será atenuada, aunque no taponada del todo. Vuelven Javi Grillo y Martín, aunque este último sin el tono físico adecuado. Ya ha comunicado al club que no puede seguir por razones laborales y apenas entrena, aunque al menos este domingo vendrá para ayudar. La gran duda será el regreso, o no, de jugadores tan importantes como David Sevilla, Diego Sevilla, Almarcha o Josema, que siguen entre algodones. Igual que Manuel, que está forzando un domingo sí y otro también con una rodilla maltrecha. “Es hora de arriesgar”, dice Manolo Sancho. A buen entendedor…
El Azuqueca llegará a La Moheda con ganas de hurgar en la herida. Es un equipo rocoso, experimentado en la categoría y con jugadores de buen nivel, por ejemplo su gigante Pancorbo. Sin embargo, no valen excusas. Ya no. La Solana no puede permitirse más afrentas en casa.