Darío Rodríguez Morales es uno de los muchos héroes sanitarios que estos días están en primera línea de la ‘batalla’ contra el coronavirus, junto a sus compañeros de los servicios de emergencia de la UVI Móvil de Ciudad Real. El enfermero de Saceruela está acostumbrado al trabajo en situaciones de riesgo, como lo hace dentro del deporte en el mundo de los rallys y, especialmente, en el Rally Dakar, en donde ha acudido hasta en nueve ocasiones como miembro de los servicios sanitarios de la organización. Pero ahora esta situación de estado de alarma está claro que es muy distinta.
“El problema es que el enemigo es invisible. Cuando lo identificas sabes contra quién luchas, pero cuando no lo ves es muy díficil”, señala Darío. Su labor en la UVI Móvil de Ciudad Real es la de atender a personas con complicaciones manteniendo un protocolo. “Evaluamos su estado y decidimos si tienen que permanecer en sus casas o ser trasladadas al hospital”, explica, a la vez que cuenta que hay que valorar el cómo se efectúa ese traslado del paciente, ya que en el caso de tener el virus o ser sospechoso de estar afectado habría que desinfectar totalmente la UVI Móvil, lo que impediría su uso durante un tiempo: “A las personas que necesitan respiración asistida las llevamos nosotros, a las que no ya lo hace una ambulancia u otro medio”.
El enfermero reconoce que estos días están atendiendo más casos, hay que incluso doblar turnos por bajas de compañeros, y siempre está el miedo de una y otra parte al contagio, “pero lo tenemos asumido, no pasa nada. Lo peor que llevamos todos es contagiarnos y dejar nuestro puesto de trabajo cuando sabes que más falta hace ahora”.
Sobre los medios disponibles, Darío Rodríguez señala que “estamos carentes, pero la situación no es todavía de urgencia”. “Falta personal, material y EPIs (Equipos de Protección), pero hasta el momento no estamos para pedir auxilio”, refleja, apuntando que “estamos teniendo cabeza y los equipos los estamos optimizando como si no nos fueran a llegar más. Aunque sean de un uso, a veces los vamos reciclando y reutilizando, no nos queda otra”. Aun así, confía en que todos esos materiales como mascarillas, guantes o equipos lleguen en un buen número y agradece las aportaciones desinteresadas que están realizando gente y empresas.
La rutina de Darío es la de acudir de casa a su puesto de trabajo, y del trabajo a casa. Su petición de quedarse en casa es clara y así lo hizo a través de un vídeo a los vecinos de su localidad de Saceruela. “Con ello estamos parando el contagio. Si no lo hacemos, la gente llega en tromba a los hospitales y el sistema sanitario se colapsa. Algunos servicios no podemos parar, pero estamos trabajando para que el 80% restante de la gente se quede en sus casas tranquilos. Solo de esta manera conseguiremos que esa avalancha se convierta en un chorreo y no haya colapso en los hospitales”, argumenta, y recuerda que los síntomas principales de los afectados son “tos seca y no productiva, fiebre y dificultad respiratoria. Creo que toda la información está llegando bien a la gente”.
Uno más de los héroes sanitarios
Darío se considera uno más entre todos los sanitarios que estos días se han convertido, junto con otros colectivos, en los héroes de la lucha contra el coronavirus. “Tenemos mucho trabajo estos días, pero estamos con la moral alta en gran parte por el cariño que nos está dando la gente”. Él y sus compañeros siguen luchando en primera línea para ayudar a la gente y poder acabar, de una vez por todas, con el coronavirus.