El Almagro regresó al trabajo el pasado lunes pensando de lleno en el partido de este domingo ante el Azuqueca. Tras caer en Guadalajara por 4-2 después de ponerse 0-2 a los pocos minutos de partido, los pupilos de Javier Bermúdez hicieron examen de conciencia para pasar página, corregir errores y pensar en el siguiente encuentro.
“Coincidimos todos en que sin hacer prácticamente nada nos encontramos dos goles y pudimos hacer el tercero en el primer tiempo, pero no supimos leer el partido y nos remontaron. Hicimos demasiadas faltas innecesarias. El empate antes del descanso nos mató, pero ellos iban con la inercia y se llevaron el partido”, analizaba Pablo de Haro tras la derrota en el Pedro Escartín.
Esa derrota puso fin a una buena racha de tres victorias consecutivas. Pese a ello, el delantero se mostraba optimista de cara a la salvación. “La salvación la veo asequible y sigo confiando en mi equipo. Estamos haciendo frente a todas las adversidades y toca agarrarnos al Trujillo para conseguir el objetivo. Tenemos que intentar no perder en los duelos directos y sacar todos los puntos posibles en casa”.
De hecho, este domingo ante el Azuqueca, el Almagro tiene una nueva oportunidad para sumar de tres en tres. “Vamos a salir a ganar este domingo y a ver qué pasa con el resto de resultados, pero tenemos muy claro que la salvación pasa por perder los menos puntos posibles en casa y por sacar algo positivo de esos duelos directos”.
No obstante, el delantero recordaba que “ni con tres victorias éramos tan buenos ni con una derrota somos tan malos. Hay que tener paciencia y confiar en este equipo hasta el final”.