Corría el minuto 94, casi el 95, cuando Fran Minaya botó el último córner del partido. La última jugada. Entonces, Toni Seoane le hizo una especie de guiño para ensayar la pizarra, una de las jugadas maestras del Formac Villarrubia. Minaya sirvió al primer palo y el capitán, sin apenas saltar, remató con el alma para dar un punto que vale su peso en oro y partir por la mitad a un Melilla que ya se veía con el botín de los tres puntos.
“Fue en un córner ensayado y al ver que la disposición que ellos se ponían me di cuenta, le dije a Fran que marcase esa jugada, salió a la perfección y pudimos empatar. Es de las jugadas que más me gustan, atacar al primer palo”, relataba el de Cerro Muriano.
Y es que Toni Seoane no destaca, precisamente, porque mida dos metros. A pesar de su mediana estatura es el mejor rematador del equipo y hasta tiene el privilegio de ser el pichichi de los suyos con dos tantos.
“Desde pequeño era un enano”, reconocía entre risas. “Ahora he crecido algo, pero desde pequeño dominaba bien los tiempos, los espacios y el balón parado. He hecho más goles de cabeza que con el pie. Lo tengo muy automatizado”. En este sentido, señalaba que “lo celebré con rabia porque no estaba pasando nada en el partido e íbamos perdiendo. Era el tercer gol a balón parado que recibíamos y nosotros no nos lo podemos permitir. Tuvimos el balón y apenas nos hicieron peligro. Vas remando, vas remando y te vas desesperando y al final llegó el tanto que supo a victoria, pero en el debe tenemos que mejorar el balón parado en defensa”.
Repasando este inicio de curso, el capitán del Formac Villarrubia analizaba que “el resultado ante el Villanovense fue abultado y engañoso. Fue extraño. El equipo siempre ha competido bien, pero a los compañeros no se les puede reprochar nada ni por falta de actitud ni por nada. Nos cuesta mucho llegar arriba, aunque con Julen hemos ganado en movilidad. Luego, empatamos en Almendralejo, perdimos en Badajoz y sumamos con el Mérida y con el Melilla. En números estábamos como preveíamos. Hay que ir a Villarrobledo como si fuera a Extermadura, con actitud y humildad. Si ganamos al Villarrobledo, meteremos más distancia y puede ser importante”.
Por último, cuestionado si ahora empieza otra liga para el Formac Villarrubia, Toni Seoane indicaba que “por plantearlo así, sí puede ser. Quedan tres jornadas para Navidad y no da tiempo a nada. Ahora tenemos una liga a tres partidos. Tenemos que ir a por ello sí o sí. No es una final, pero sí un partido muy importante”.
