Uno de nuestros deportistas que se encuentra fuera de nuestras pasando esta crisis es el socuellamino José Vicente Toribio, nada menos que en Japón, donde al menos no está obligado a guardar la cuarentena sin salir de casa, puesto que la previsión y la efectividad de las medidas, así como la propia responsabilidad de su gente, han atenuado el efecto devastador del coronavirus.
Como explica, en su última visita a España, no se esperaba ni por asomo que la situación terminase por complicarse tanto. “Estuve pasando las Navidades, desde el 20 de diciembre hasta mediados de enero. Estando aquí en Japón antes de volver a España todavía no se escuchaba nada pero a la vuelta, a principios de año, cada vez se comenzaba a hablar más de todo esto. Es febrero se celebra el año nuevo chino y se prevén muchos desplazamientos de China aquí a Japón, se comenzaron a tomar medidas desde el 27 de enero, cerrando las entradas al país de gente procedente de China y un poco más tarde de Corea”.
Las primeras medidas en el país nipón fueron “cerrar parques temáticos, museos, se pidió a la población no usar tanto el transporte público. Como en marzo se realiza el cambio de curso escolar aprovecharon para adelantarlo y dar las vacaciones dos semanas antes. Aquí no es que se hayan acabado los contagios sino que va todo muy lineal, hay pequeños picos de vez en cuando y por eso no hay que bajar la guardia”.
Toribio relata la manera que tienen de actuar, no solo en esta situación excepcional, pues se trata de algo instaurado en su propia cultura. “Aquí tienen muy inculcado cómo actuar ante catástrofes de forma natural, ya que todos los años, por desgracia, rara es la vez que no hay un tifón, un terremoto o cualquier otra cosa, entonces son más conscientes en estos casos para no contagiar ni ser contagiados. A casa se entra descalzo, no se echa la mano para saludar, tampoco se dan besos, tampoco vas a un entierro si no te invitan, parecido a las bodas, se usa mascarilla de manera habitual, cuando alguien está enfermo él solo sabe aislarse para no crear contagios, en todos los sitios donde vayas, a comprar, a un restaurante o cualquier lugar público, hay alcohol para lavarse las manos. En casas, hoteles y hospitales se suelen usar dispositivos para filtrar el aire, humidificadores, ya que el virus en sitios de humedad dicen que no cobra tanta fuerza por no ser su hábitat”.
Y ahí es donde reside la principal diferencia frente los países de occidente como España donde no estamos tan concienciados. “En las medidas inculcadas por su cultura principalmente, otra cosa es el miedo que allí (en España) se está metiendo, que es otra de las cosas que tiende a propagar rápidamente el virus. La mente juega un papel muy importante ante estas circunstancias y en general en oriente la mente está mucho más cultivada que en occidente, en resumidas cuentas la cultura es lo que marca las diferencias, para bien en estos casos, independientemente de que para otras cosas sea para peor”.
En cuanto a su actividad ahora mismo, continúa con su preparación y “hasta la fecha estoy haciendo vida normal con mis entrenamientos y demás. Las competiciones que teníamos sí que han sido suspendidas, no por el gobierno de aquí sino por la UCI. Mi equipo es una empresa que organiza eventos ciclistas que no están obligados a ser suspendidos y asistimos a ellos sustituyendo nuestras competiciones para mantener la condición física lo mejor posible” concluía.
