La campaña de recogida de la berenjena de Almagro en fresco -especie Solanum Melongena- culminó a mediados de esta semana con las expectativas cumplidas y una producción de cerca de dos millones de kilos.
Cortadas en el corazón de la comarca de Calatrava, donde está acotada la producción protegida por la IGP Berenjena de Almagro, apenas han tenido afectación de plagas y enfermedades, y gracias al buen estado vegetativo, la calidad ha sido “excelente”.
Así lo dice Ramón González, presidente de la entidad, quien asegura que esta cualidad ha hecho que el producto haya superado sin problemas los controles y estándares previstos para todos sus niveles de recogida y tratamiento: desde el campo, hasta su procesado y elaboración como encurtido en las cinco fábricas de la zona.
El rendimiento ha estado entre los 40.000 y 45.000 kilos por cada una de las 50 hectáreas sembradas en los pueblos autorizados para producir la hortícola: Aldea del Rey (es la localidad más productora), Bolaños de Calatrava, Almagro, Calzada de Calatrava, Granátula de Calatrava, Valenzuela de Calatrava y Viso del Marqués, aunque han previsto ampliar el área de influencia “por la dificultad de encontrar tierras adecuadas”.
Falta de mano de obra
Una de las debilidades del cultivo es la falta de mano de obra, ante las necesidades de trabajadores que precisa a lo largo de la campaña: cuatro por hectárea cada día durante los tres meses de recolección.
González reconoce la dureza del trabajo en el periodo más caluroso del año, aunque el salario, entre 60 y 70 euros al día, “sea digno”.
Promoción
La promoción berenjena ‘Dealmagro’ es el principal objetivo de la IGP, entidad que colabora con eventos locales, provinciales y nacionales, a través de acciones divulgativas como alimento saludable y como reclamo dentro del potencial turístico de la comarca. En breve, participarán en degustaciones en Madrid, y de cara al próximo año desarrollarán una campaña de marketing en redes sociales.
En este sentido, la IGP, recuerda González, ha solicitado las ayudas para fomentar la participación de productos agroalimentarios de calidad diferenciada, dado que es una variedad exclusiva y autóctona, además tramitar otras de cara a la campaña de 2020 para la conservación de sus semillas. En concreto, se han acogido a la convocatoria de subvenciones dentro del Programa de Desarrollo Rural 2014-2020 para conservar los recursos fitogenéticos (en este caso la semilla autóctona de la berenjena) y combatir el “riesgo de erosión genética”.
La IGP también cuenta con una ayuda de la Diputación para participar en la feria de Sabores del Quijote.
Producto 100% natural
Y además de buscar nuevas ubicaciones de tierras vírgenes para sembrar esta solanácea en la comarca calatraveña, la IGP iniciará un ambicioso plan de conversión del cultivo a ecológico.
El proyecto de certificación, que podría alargarse “al menos dos años”, se iniciará el año venidero de la mano del Centro Agrario ‘El Chaparrillo, dependiente del Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla-La Mancha (Iriaf). Según González, los técnicos agrarios diseñarán los protocolos para tratar de manera sostenible esta apreciada hortícola en su cultivo en el campo, así como analizarán los procesos de elaboración como encurtido, con el fin de reducir el número de conservantes.
En concreto, las fases para realizar la conserva, en base al sistema tradicional que le otorga su especificidad, consisten en la cocción, fermentación, aliño y envasado de la berenejena.
El objetivo es “que sea un producto 100% natural”.