El portavoz del Ministerio de Sanidad gazatí, Ashraf al Qidra, cifró en 8.306 el número de fallecidos, entre ellos 3.457 niños, al tiempo que ha elevado a más de 21.000 el número de heridos. Así, señaló que “un gran número de mártires aún están bajo los escombros” de los edificios destruidos por Israel en sus ataques aéreos, según recogió el diario palestino ‘Filastin’, vinculado a Hamás.
“Las fuerzas de ocupación han llevado a cabo 908 masacres en la Franja de Gaza”, denunció, al tiempo que pidió a la comunidad internacional que “proteja las instalaciones médicas”, después de que los ataques israelíes hayan dejado fuera de servicio veinticinco hospitales en el enclave. “Pedimos a los residentes de Gaza que vayan a los hospitales a donar sangre, ante la falta de una cantidad suficiente para salvar a los heridos”, remachó.
Los bombardeos, que se han visto seguido por operaciones terrestres durante los últimos días, fueron desencadenados por los ataques de Hamás, que dejaron cerca de 1.400 muertos y más de 225 secuestrados. Por su parte, la Autoridad Palestina señaló que más de cien palestinos han muerto a manos del Ejército de Israel o en ataques por parte de colonos desde el 7 de octubre.