Todos sabemos que no siempre le sacamos el máximo partido a los alimentos que compramos, ya que muchas veces nos hacemos con demasiada cantidad y al final siempre se acaba estropeando algo y no queda más remedio que tirarlo.
De acuerdo a informaciones publicadas por El País se tiran 1300 toneladas de alimentos en todo el mundo, lo que constituye un tercio de la producción total. Más concretamente, España ocupa el séptimo lugar del ranking de países europeos en cuanto a la cantidad de comida malgastada. Según esta lista, el 42% de la comida que derrochamos proviene de los hogares. La comisión europea tiene el objetivo de reducir esta cifra a la mitad para 2020.
Los productos alimenticios que más se tiran en España son el pan fresco, las verduras, la fruta y el jamón cocido, es decir, la mayoría de lo que se tira son alimentos sin procesar o cocinar.
Si tú también acabas tirando comida de vez en cuando y quieres evitar que vuelva a pasar, sigue leyendo, que te traemos unos cuantos consejos para acabar con esta costumbre de desperdicio:
Lo primero es planificar
Para hacer la compra de la manera más eficiente posible (y ahorrar dinero en el proceso), es esencial planificar el menú por semanas. Además, si adoptas este sistema, es probable que empieces a llevar una dieta más saludable, ya que serás más consciente de lo que comes. Saber qué tienes pensado cocinar durante la semana, te ayudará a ceñirte a los ingredientes necesarios a la hora de hacer la compra, de forma que no acabarás comprando comida de más.
Además, conviene prestar atención a la fecha de caducidad de los alimentos que compres y colocar delante (en el frigorífico o la despensa) aquellos que vayan a caducar antes, ya que, de esta forma, te asegurarás de consumirlos antes de que se pase dicha fecha. Por otra parte, deberías congelar aquello que no vayas a consumir en un futuro inmediato. Queda prohibido meter recipientes con comida caliente en la nevera, ya que eso desestabiliza la temperatura del aparato y le obliga a consumir más energía para volver a su nivel de refrigeración habitual. Otro buen consejo que seguro que ya aplicas: guarda las sobras, son especialmente útiles cuando no te apetece hacerte la cena.
Cocina
Si tienes pensado congelar una parte, está bien que cocines de más, aunque esto no puede convertirse en la norma, ya que corres el riesgo acabar comiendo más de lo necesario y desarrollando un problema de obesidad. Por esta razón, es recomendable cocinar sólo las medidas justas por comensal.
Hasta aquí bien, pero ¿qué pasa cuando comemos o cenamos fuera? En este caso también existen medidas que puedes tener en cuenta para evitar que se malgaste comida:
- Lo primero es avisar a quien te atienda si no tienes hambre, ya que en muchos establecimientos se sirven medias raciones. Además, los trabajadores del establecimiento conocen bien las cantidades que se sirven en cada plato, por lo que podrá aconsejarte y orientarte sobre aquellos que sean menos abundantes. En general, lo mejor es pedir menos, ya que si te quedas con hambre siempre puedes pedir algo más, mientras que si pides mucha comida de una vez, es posible que luego no puedas con todo y se acabe tirando lo que te dejes.
- Si te ofrecen algún alimento extra (como el pan) y sabes que no te lo vas a comer, pide al camarero que no te lo ponga, ya que, por norma, aunque no hayas tocado esa comida, el restaurante la tirará a la basura.
- Cuando vayas a un buffet libre, es preferible ir cogiendo la comida en pequeñas cantidades y darse varios viajes, que llenar el plato un par de veces. En este tipo de establecimientos, la tentación de degustar cuantos más platos mejor, es fuerte, pero al final acabamos comiendo demasiado y dejando algo en el plato, que irá directo a la basura.
- Si te sobra algo y no puedes más, pide que te lo pongan en un recipiente para llevar y así podrás terminártelo en casa. Hoy en día la gran mayoría de los restaurantes lo hacen si el cliente lo solicita, así que nadie te mirará raro si lo pides tú también.
Por último, pero no menos importante: reutiliza
No volver a congelar lo descongelado, meter las sobras en la nevera y consumir los productos congelados antes de que pasen tres meses son algunos de los trucos que puedes llevar a cabo para aprovechar la comida que te vaya sobrando.
Por otra parte, si a pesar de seguir todos estos consejos, no consigues ahorrar demasiado y necesitas una ayuda extra para organizar esa comida o cena especial (cumpleaños, aniversarios, festines navideños…), siempre puedes acudir a un crédito inmediato para poder adquirir esos productos especiales con los que agasajar a tus invitados.
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