El enorme impacto causado por la crisis de la pandemia de Covid-19 que azota nuestro país, ha obligado a modificar los modelos de trabajo establecidos de atención al paciente. Desde este punto de vista, la labor que las enfermeras de Atención Primaria realizan en los Centros de Salud, cobra una importancia capital como válvula de escape para hacer frente a la alta demanda asistencial que estos días se registra en todos los hospitales.
Hoy mas que nunca hay que poner en valor el trabajo fundamental de las enfermeras de Atención Primaria. Su enorme esfuerzo no puede pasar inadvertido en un momento en el que los controles y la atención al paciente a domicilio son básicos para frenar la avalancha de pacientes que llegan a diario a los hospitales.
En Puertollano, sin ir más lejos, la plantilla del personal de enfermería de los Centros de Salud se ha visto reducida a la mitad, mientras que la atención a domicilio se ha incrementado el doble. Son enfermeras de primera línea, igual que las compañeras que se esfuerzan en las UCIs y estancias de urgencia hospitalarias por prestar los mejores cuidados.
Las enfermeras generalistas atienden las llamadas que les llegan de pacientes crónicos que piden atención para continuar con su tratamiento, pacientes que siguen necesitando la cura, el vendaje, la vacuna, los controles de glucemia, el tratamiento anticoagulante… Además deben realizar el seguimiento de los pacientes con sintomatología Covid-19 a domicilio. Todo ello, tienen que realizarlo en un entorno de mayor tensión y estrés. Consciente de la fundamental labor de este colectivo de enfermeras de cuidados comunitarios, el Ministerio de Sanidad actualizó a finales de marzo, el protocolo de manejo en Atención Primaria que establece que en el escenario actual, todas las puertas de acceso deberán estar preparadas, con lo que les reconoce un papel que obliga a mantener los recursos de Atención Primaria alerta y vigilantes para la detección y seguimiento de nuevos casos y el control de pacientes pluripatológicos especialmente sensibles a contraer la enfermedad.
El protocolo de actuación ante casos probables o confirmados de Covid-19 en Atención Primaria establece que el seguimiento telefónico se hará desde Enfermería y será diario para valorar el estado de salud, así como para la detección de los cambios que pudieran requerir nueva asistencia, mientras perdura la situación de un caso en seguimiento con sintomatología leve.
Ignorar la relevancia que las enfermeras de cuidados comunitarios tienen; menospreciarlas con alusiones vejatorias y pedir la movilización del personal de Atención Primaria a los hospitales es un dislate formulado desde la más atrevida ignorancia.
Tenemos que reconocer también, llegados a este punto, la descomunal labor de las enfermeras de consultas externas de los hospitales que en estas circunstancias excepcionales han tenido que reforzar plantilla asistencial, reciclando sus conocimientos contrarreloj y, desde luego con una eficacia y profesionalidad envidiables.
Por eso, a todas ellas damos las gracias.
Si hay algo que esta caracterizando el trabajo de Enfermería en este momento de crisis sanitaria extrema es que todos y todas las enfermeras, sean comunitarias o de atención hospitalaria, están trabajando como un ejército al límite de sus fuerzas, cada una desde su puesto, dándolo todo y más por cuidar a los pacientes. Cada alta que se registra es una victoria, cada caso en seguimiento que no evoluciona, otra.
En el Colegio de Enfermería de Ciudad Real somos conscientes de que el coste psicológico y emocional que todos y todas las enfermeras están sufriendo es muy elevado. La profesionalidad de absolutamente todos nuestros efectivos en la lucha sin cuartel, no admite distinciones y, desde luego, es todo un ejemplo de compromiso con una profesión, la Enfermería, basada en el compromiso y los cuidados al paciente.
Incluso mermados en su número -que no en sus capacidades- nuestros profesionales de enfermería nunca decepcionan. Sin pedir nada a cambio, sin escatimar un ápice de esfuerzo, trabajando solidariamente, hasta la extenuación. Todos y todas ellas ejercen su labor a pie de cama en los hospitales, sin bajar la guardia en el exigente trabajo de UCI… Y también desde los Centros de Salud y en los mismos domicilios de los pacientes, luchando en todos los frentes de batalla, sin descanso, hasta el final.
