José Juan Gómez de Toro es uno de los jóvenes agricultores ciudarrealeños acogido a la convocatoria de subvenciones a la reestructuración y reconversión de viñedo para 2018 aprobada el año pasado.
Es uno de los 537 viticultores de la provincia que en el último año han modernizado sus explotaciones -con una una superficie total de 1.934,19 hectáreas de viñedo-, y unas subvenciones de 10,7 millones de euros
Según ha relatado a este periódico, ha culminado los trabajos de preparación del suelo, despedregado, y plantación en cerca de siete hectáreas en el término de Moral de Calatrava, en las que ha implantado nuevas variedades y ha transformado vides de vaso a espaldera.
“Tenía fincas de muchos años y de variedad tempranillo, pero era muy complicado trabajar el vaso tan antiguo con maquinaria, por lo que las he reconvertido a espalderas”, ha explicado a lanzadigital.
De la misma manera, se ha acogido a la reestructuración exprés para apostar por las variedades tintas garnacha tintorera y mazuelo cariñena, que se sumará en su cartera de actividad a las que tiene de verdejo y airén.
La solicitud y certificación las ha tramitado de manera colectiva dentro de un grupo de productores de Toledo, un opción a la que este programa de subvenciones para el viñedo otorga más puntos (50).
Ha señalado que ha trabajado “a contrarreloj”, sobre todo en las últimas semanas tras la aparición de las intensas precipitaciones, “que complicaron un poco los trabajos en campo”, si bien a nivel administrativo “ha ido todo muy bien con los técnicos de las Oficinas Comarcales Agrarias (OCAs)”.
Este joven agricultor moraleño ya tiene “hecha y pagada” la reimplantación, dado que la convocatoria de las ayudas implica “el desembolso previo” para poder presentar las facturas para la certificación y el pago, según baremos, del 50 por ciento de la inversión.
“Es un gasto grande hasta que te hacen la certificación”, incluso hay quienes tienen que solicitar préstamos, porque además de las explotaciones agrícolas “tenemos que vivir”, indica el productor.
Gómez de Toro, que también gestiona cultivos de olivar y de almendros, se ha acogido además a los planes de mejora de las explotaciones, con el fin de financiar la compra de un atomizador, que permite aplicar los tratamientos “de manera más eficiente”, y la instalación del riego por el sistema de bombeo solar.