Conmemorar la contribución de la mujer en el desarrollo rural y la mejora en la seguridad alimentaria, y reivindicar más servicios, mejores conexiones y más equidad en las oportunidades de trabajo, son las dos partes que conforman la celebración del Día Internacional de las Mujeres Rurales 2021 por parte de la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural (AFAMMER).
Así lo ha dado a conocer esta mañana la presidenta nacional de la organización, la ciudarrealeña Carmen Quintanilla, en una comparecencia en la que ha destacado el papel de las mujeres rurales en la pandemia, con la realización de medio de mascarillas, y el reto que ahora tienen por delante para garantizar la supervivencia de los pueblos en la era post-Covid.
“Sin mujeres no hay futuro en las zonas rurales”, ha sostenido Quintanilla, sobre todo tras la crisis sanitaria. “No habrá desarrollo económico sostenible, ha dicho, si no se cuenta con las mujeres rurales” porque “son las que mantienen los pueblos vivos y las que lideran el empleo, el liderazgo y el emprendimiento”.
Estos objetivos van de la mano “de un mayor impulso político” a la Ley de Titularidad Compartida, de la que este año se cumple el décimo aniversario. Quintanilla considera escaso el número de mujeres que han profesionalizado su actividad agrícola y ganadera, 908 en España, aunque ha celebrado que Castilla-La Mancha, con 220, y Ciudad Real, con 63, sean de los territorios con más altas.
Quintanilla ha reiterado diversas mejoras para para los seis millones de mujeres que viven en núcleos rurales en España, 450.000 en la provincia ciudarrealeña, y para los alrededor de 1.800 millones que hay en el mundo.
En concreto, tal y como recoge su manifiesto ‘Los retos de la mujer rural en la era post-Covid’, reivindican “más y mejores servicios públicos” para que las familias rurales tengan accesos a bibliotecas, escuelas o supermercados, acabar con las zonas de sombras de Internet porque “el 60% de las pueblos de España no tienen una buena conexión”, impedir que las mujeres se marchen con medidas de conciliación y corresponsabilidad, acabar con las altas tasas de desempleo femenino en el medio rural, apoyar a las emprendedoras rurales, romper el techo de cristal y luchar contra la violencia de género.
Presencia de la Infanta Elena y homenaje al Ejército
En cuanto a las celebraciones, el programa de Afammer es muy amplio, pero estará centrado en reconocer a todas y cada una de las 190.1573 socias de la organización, “las verdaderas heroínas de España, con un trabajo callado en los meses de confinamiento” y la elaboración de más de medio millón de mascarillas que les valió el Premio a la Solidaridad Civil del Comité Económico y Social Europeo (CESE), el órgano consultivo que representa a la sociedad civil a escala de la UE.
El día 14 se celebrará un acto en Villarrubia de los Ojos con el lema Medio Rural: Emprendimiento y liderazgo en femenino, al que asistirá con la infanta Elena, como presidenta de honor de la organización y como directora del programa de la Fundación Mapfre. Entregará, ha avanzado Quintanilla, los Premios a la Solidaridad, en concreto a socias de Afammer por el diseño de los tapabocas y de manear simbólica por el trabajo de la entidad durante 39 años.
Esta jornada está financiada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y cuenta con la colaboración de Caixabank, Fundación la Caixa, Konrad Adenauer Stiftung y Fundación Mapfre.
La jornada contará con las ponencias de diferentes expertos en medio rural y las experiencias de mujeres emprendedoras que han apostado por crear empleo en sus comarcas. De esta manera, se pretende visibilizar y poner el valor el importante papel que juega la mujer rural en el desarrollo rural en la era post covid.
Al día siguiente, el día 15 de octubre, Afammer celebrará en Granada “el gran acto” con la jornada nacional, en la que, además “de debatir de empleo femenino, movimientos asociativos e igualdad”, homenajearán al Ejército español por contribuir a evacuar a una familia afgana, cuya madre, defensora de los derechos humanos, estaba amenzada de muerte por los talibanes. Tras la alerta de la propia Quintanilla, los militares españoles “se trajeron a la familia en el penúltimo avión, y por ello los vamos a homenajear”.
