Francisco Martínez Arroyo, consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural del Gobierno castellano-manchego, ha señalado que “es bueno” que la sociedad se manifieste, en relación a la concentración celebrada esta mañana en Daimiel, impulsada por el Ayuntamiento de la localidad, en la que cerca de medio millar de personas han pedido un trasvase de 20 hectómetros cúbicos a Las Tablas, para aliviar la situación de sequía (apenas tiene un 5% inundado) que vive y evitar que se prendan turberas en su subsuelo.
En una entrevista a Lanzadigital, ha adelantado que “partiendo de esta situación difícil”, la consejería está trabajando con el Ministerio para la Transición Ecológica “en la búsqueda de una solución”.
Tras manifestar su respeto por la manifestación, ha comprometido la defensa de la Tablas de Daimiel desde el Gobierno de Castilla-La Mancha, tal y como “lo sabe bien Teresa Ribera” tras las reuniones que han celebrado para la transferencia de la gestión competencial del parque nacional, todavía sin fecha. “Sabe bien la ministra que es fundamental que Las Tablas tengan más superficie encharcada”.
Ha destacado las “relaciones cordiales” entre las dos administraciones, sobre materia de agua, con negociaciones que han conseguido limitar las reducciones en las dotaciones impuestas a los regantes del Alto Guadiana por la Confederación del Guadiana, “incluso que los recortes sean reversibles si llueve y que los regantes no tengan que disminuir sus dotacioen este año”.
Ha recordado que la ley actual prevé una dotación a través de la tubería para mantener un mínimo, “y, si fuera necesario, pediríamos que se derivara agua”, aunque ha confiado en que las precipitaciones “ayuden” a recuperar niveles a través de los caudales del Cigüela y Azuer.
Ha reconocido que las Tablas representan uno los ecosistemas que “más acusan la sequía”, aunque en la actualidad “no tenga la situación dramática de hace 10 años”.
“La situación no es la óptima”, ha señalado el consejero, a la vez que ha reflexionado sobre los efectos del cambio climático y los persistentes periodos de sequía que han de implicar, a su juicio, una buena gestión de los recursos. Así, las políticas irán dirigidas a apoyar a los “profesionales que hacen las cosas bien”.