Se trata de un proyecto muy básico, según ha manifestado el alcalde herenciano, Sergio García-Navas, que consiste en una estructura de hormigón revestida con mampostería que le permite estar integrado en el entorno natural y en un sitio que “paisajísticamente es agradable”.
Como ha recordado la alcaldesa de la localidad alcazareña, Rosa Melchor, “no queda puente ya que la ruina es total” por lo que no se trata de una restauración al uso sino de una construcción que se basa en las especificaciones técnicas indicadas por la Confederación Hidrográfica del Guadiana, propietaria del puente.
Esta recuperación de la infraestructura responde a las demandas de clubes de ciclismo y senderismo, además de buscar facilitar el tránsito agrícola que hasta el momento, se han visto obligados a dar “considerables rodeos”. Por ello, el primer edil de Herencia, ha especificado que el ancho del puente será de unos 6 metros para permitir el paso de las cosechadoras.
El puente desapareció tras una de las crecidas que ha tenido el río Gigüela en las últimas décadas y se condicionará en una vía de doble sentido. La ejecución de la obra tendría una duración de unos 3 meses.