La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha entregado este jueves sus premios nacionales a voluntarios de Valladolid, Ciudad Real y Alicante por su colaboración altruista en situaciones de adversidad y por ser capaces de aportar información esencial en circunstancias sensibles.
Los galardonados este año han sido Teresa Plaza y su estación pluviométrica de Alcolea de Calatrava, en Ciudad Real, con una serie con más de setenta años de datos ininterrumpidos; la Escuela de Capacitación Agraria La Santa Espina y su estación pluviométrica de Castromonte en el Monasterio de Santa Espina de Valladolid, en donde los monjes de La Salle han preservado durante años su compromiso climático con la zona y la familia Agulló y su estación de Elche, Alicante, en donde dos generaciones han mantenido una colaboración que se inició en el año 1949.
Más de setenta años de observaciones
“De Teresa Plaza y su familia hemos premiado sobre todo su perseverancia durante más de setenta años”, dice Paloma Castro, delegada de la Agencia Estatal en Castilla-La Mancha, en declaraciones a Lanza. Castro entregará en unas semanas personalmente la distinción a la observadora aficionada Teresa Plaza, heredera de un saga familiar que comenzó a anotar la pluviometría de Alcolea en el año 1947.
Día para la Reducción del Riesgo de Desastres
La ceremonia online de entrega la ha abierto el presidente de la Aemet Miguel Ángel López en un homenaje enmarcado en el contexto de la conmemoración el pasado 13 de octubre del Día Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres, de modo que la Aemet ha reconocido el acto de solidaridad ciudadana, altruismo, dedicación y entrega que estos observadores voluntarios realizan en situaciones de adversidad, aportando información de carácter esencial en circunstancias especialmente sensibles la red climatológica.
Asimismo, la Agencia Estatal ha subrayado el valor de su trabajo de caracterización del clima, el refuerzo que realizan de las capacidades de la propia agencia, que no solo sirve para fortalecer la base del patrimonio climatológico sino que ayuda también a reducir la vulnerabilidad que frente a una situación de adversidad supone el desconocimiento climático.
Otro aspecto a tener en cuenta es el papel que estos observadores ejercen en áreas de especial vulnerabilidad al constituirse en los elementos últimos, más cercanos, más próximos, de la comunicación social.
Dos premios más: redes y observaciones singulares
Este año, a los tradicionales premios se suman dos nuevos reconocimientos, como el ‘Premio a la Colaboración en nuestro sistema Sinobas de notificación de observaciones singulares’ y ‘ Premio a la Actividad meteorológica no profesional en redes’. Con ellos, Aemet remarca la importancia de los recursos que la sociedad de la información les ofrece.
Los nuevos premios han reconocido en la categoría ‘Premio a la Colaboración en nuestro sistema Sinobas de notificación de observaciones singulares’, a la Asociación Meteorológica del Sureste (@MeteoSE) que engloba a personas aficionadas de Granada, Almería, Jaén, Albacete, Murcia y Alicante, y en el ‘Premio a la Actividad meteorológica no profesional en redes’ a David Mancebo Atienza, por su pasión por la fotografía de fenómenos meteorológicos.