PREGUNTA.-¿Cómo es la salud de la Facultad de Medicina de Ciudad Real en el año de su décimo aniversario?
RESPUESTA.-Óptima (sin vacilación). Estamos en medio de una pandemia y hemos tenido casos positivos, pero el protocolo que estamos aplicando lo hemos diseñado con mucho cuidado y estamos siguiendo las directrices que nos marcan desde Sanidad. La gente puede venir a trabajar y a dar clase en unas condiciones envidiables desde el punto de vista de los riesgos que puede tener la salud. Por eso digo que dentro del panorama nacional y mundial tenemos una situación óptima.
P.- ¿Qué hitos han marcado la trayectoria de este centro desde el 6 de septiembre de 2010 hasta hoy?
R.- El primero pasa por la persona de Juan Emilio Felíu, decano-comisario de la Facultad, cuyo mérito consistió, básicamente, en poner en marcha este barco, sacarlo del astillero, botarlo y echarlo al mar; que no se hundiese y navegara durante siete años. Ese es el primer hito.
A ello se suma la incorporación a la docencia de profesores del Hospital General de Ciudad Real, algo que supuso un cambió en el paradigma del hospital al pasar a hospital universitario. Esto un reto mayúsculo y hoy estamos muy satisfechos de cómo ha funcionado, al igual que lo estamos del profesorado que tenemos.
P.-Este año se han disparado las solicitudes de matriculación en Medicina. ¿A qué obedece?
R.- Cualquier Facultad de Medicina siempre tiene mucha demanda y las notas de corte son muy altas. Este año el factor diferencial ha sido la Selectividad, que ha sido bastante extraña y con la nota más alta ya que si la nota de corte del año pasado estuvo en 12,7 este año se ha estado por encima de 13. Y una subida de 3-4 décimas en Selectividad es altísima en todo el país.
¿Qué ha ocurrido este año?. La prematriculación se ha realizado de forma online y ello ha disparado las solicitudes de todo el país y aquí hemos llegado a tener más de 2.000 para una matrícula de 75 plazas. Otros años, en cambio, hemos llegado a las 1.200.
P.-¿La pandemia ha tenido que ver con este incremento de la demanda?
R.- Creo que si. La gente no sabía lo que iba a pasar este año y se han prematriculado por todo el país. De hecho, este curso tenemos alumnos desde Pontevedra a Huelva, pasando por Barcelona, Segovia, Almería… de todo el país. Progresivamente la Facultad se ha ido abriendo a distintas procedencias de los alumnos matriculados, pero este año los tenemos de provincias muy distantes.
P.-¿Los espectaculares resultados obtenidos por los alumnos de esta Facultad en las pruebas MIR son la consecuencia de una buena formación?.
R.- El 98 por ciento de nuestros estudiantes aprobaron el examen. Un porcentaje altísimo. Lo mejor que tienen los resultados de esta Facultad es que, de nuestro bloque de estudiantes, todos están en la zona de arriba, en la que pueden elegir plaza, y eso es lo importante. El éxito nuestro es que prácticamente todos los estudiantes van a la zona alta y ello tiene que ver con el modelo. Todos son buenos y todos tienen capacidad. Aquí, prácticamente, todos consiguen plaza.
P.-Las prácticas son clave en el modelo docente
R.- La palabra que lo puede definir es el de un trato directo con el estudiante. Nuestras aulas son de 25-30 alumnos en una situación normal y tenemos una comunicación directa con ellos. Sabemos sus nombres, durante las clases les miras la cara y sabes que no te están entendiendo, las clases se repiten muchas veces…hay una interacción directa. El éxito del modelo es este.
Además, hay muchísimo componente práctico. En otras facultades se hacen prácticas, pero aquí tanto en las básicas como en las clínicas hay mucho componente práctico. Por ejemplo, en la sala de disección todos los estudiantes disecan un cuerpo entero entre 1º y 2º curso y esto, prácticamente, no ocurre en ningún otro sitio del país y es fundamental para su formación. Y en el período clínico, tenemos casi 100 talleres de realidades clínicas como suturas, poner vías, punciones lumbares… El componente práctico es esencial.
P.- ¿Realizan seguimiento de los estudiantes para ver donde revierte su formación?.
R.- Nuestra primera promoción, que terminó en 2016, está acabando ahora la residencia. Cuando finalice buscarán su ocupación donde les ofrezcan trabajo. Pero es cierto que a nivel de formación MIR, los tenemos en los mejores hospitales y centros sanitarios del país, además de en Castilla-La Mancha.
Tenemos alumnos repartidos por los mejores centros como el Virgen del Rocío, Vall d´Hebron, la Fe de Valencia, el Doce de Octubre, Gregorio Marañón…en los mejores hospitales del país.
P.- En la carta que publicó por el X aniversario se refería a la satisfacción de los egresados y de los servicios que los acogen cuando comprueban su formación
R.- Efectivamente. Para nosotros tiene mucho valor cuando preguntas a los servicios sobre nuestros alumnos y te dicen que “me sorprende lo bien formados que están” sobre todo si los comparan con otros centros que, por las razones que sean, han tenido menos prácticas. Los nuestros se desenvuelven muy bien porque han tenido mucha práctica clínica y funcionan de manera autónoma.
Y por otro lado, nuestros egresados cuando ya se han incorporado a los distintos centros sanitarios nos llaman para darnos las gracias por la formación y nos transmiten su satisfacción por haber cursado la carrera aquí en Ciudad Real. De esto tenemos muchos ejemplos de la gente que tenemos por todo el país.
Ultimando el proyecto
P.- Su apuesta por consolidar la Facultad y construir un Campus Biosanitario en Ciudad Real es fuerte. ¿En qué dirección hay que trabajar para ello?
R.- Hemos tenido bastante mala suerte porque el comienzo de este reto coincidió con la primera crisis económica y se paró. Ahora que se ha vuelto a retomar la idea, con unos presupuestos aprobados por el Consejo de Gobierno de la Universidad y que ascienden a 4 millones de euros para comenzar este año 2020, estamos en medio de la pandemia provocada por el Covid-19. Me consta, sin embargo, que desde el vicerrectorado de Economía y Planificación están desarrollando y ultimando el proyecto para poder licitarlo entorno a la próxima Navidad.
P.- ¿Qué supone para la Universidad contar con un nuevo emplazamiento, junto al hospital, para la Facultad de Medicina?
R.-De entrada, me preocupa que la gente piense que con la crisis sanitaria que tenemos ahora se construya un nuevo edificio. Pero este futuro centro no es ni una improvisación ni un capricho, sino un proyecto que está ahí desde hace 10 años. La sede de la Facultad actual está en unas instalaciones -que eran provisionales hace 10 años- en las que hoy tenemos 6.000 metros útiles para 500 estudiantes y 150 profesores y en las que no podemos crecer más. Ni podemos dar despachos ni laboratorios y las aulas las tenemos con ocupación máxima.
El nuevo edificio, además de dar juego a Medicina, la idea es que acoja a la Facultad de Enfermería, lo que supondría un gran impulso para este centro. Pero, más allá, al hospital de Ciudad Real le vendría muy bien ya que está desbordado en cuanto a espacios ya que nos cedieron 6 salas y están haciendo más de 100 cursos al año.
A ello hay que sumar la incorporación de parte de las instalaciones del Instituto de Medicina Legal de Ciudad Real para realizar las autopsias, una reclamación de hace décadas y un animalario que nos diera juego a nosotros y al hospital, – no se puede hacer ahora por la precariedad de las instalaciones- para la implementación de tratamientos como, por ejemplo, el cáncer.
También queremos contar con un Aula Simulación que daría juego a Medicina, a Enfermería, al Hospital y a todos los profesionales que quisieran formarse. En definitiva, sería una revolución ya que para el desarrollo de la capital, las nuevas instalaciones supondrían un cambio paradigmático en esa zona, una de los que más están creciendo en Ciudad Real
Instituto de Investigación Sanitaria
Por otro lado, y a nivel regional, este proyecto se enlazaría con otro pendiente y en el que se está trabajando como es el Instituto de Investigación Sanitaria. Somos de las pocas regiones del país que no contamos con un instituto de estas características y esto nos impide captar recursos del Instituto de Salud Carlos III. En este proyecto ya trabaja la Consejería y podría ser uno de esos nodos que ayudaran a consolidar, con la investigación del Hospital, la Facultad, Toledo, Albacete, etc.
P.- ¿Este es el reto más importante que tiene la Facultad de Medicina por delante?.
R.– Sin duda. Siempre está el factor humano que falta por estructurar y consolidar, como es el caso de los profesores clínicos que tienen muchas dificultades para vincularse y ser profesores a tiempo completo. Pero el reto pasa ahora por esta nueva infraestructura, no como edificio sino como proyecto dinamizador de todas estas instalaciones que con su puesta en marcha vendría a ser un cambio exponencial en investigación, docencia y, también, en la ciudad.
P.-El rector presentó los planos del este edificio en febrero pasado y anunció que las obras podrían comenzar a finales de 2020. ¿Lo ve posible?
R.– Lo que sé, tras la conversación que he mantenido recientemente con el arquitecto que lleva a cabo el proyecto, es que se está trabajando con una empresa para desarrollar el proyecto técnico. Éste tiene que cumplir unas directrices muy estrictas de la Unión Europea (UE) ya que, de lo contrario, no llega la financiación. Todos los requerimientos son muy estrictos y el proyecto tiene que estar muy bien desarrollado para que la UE lo financie.
P.-Lo ve posible, por tanto
R.-Si. Al final de año el proyecto tiene que estar terminado y me da igual que se empiece en diciembre o primavera. Lo importante es que la ejecución del programa europeo, que llega hasta 2020, empiece. Si no lo hacemos este año nos tendremos que ir al siguiente programa y eso ya es como cambiar de vagón. O atamos el comienzo del proyecto a 2020 o nos tenemos que esperar al próximo vagón y en Europa hay muchas necesidades y peticiones de otros países y, a lo mejor, los fondos no llegan como hasta ahora.
P.-¿Es optimista?
P.-Sí, soy muy optimista. Llevo 10 años allí. Me compré una casa al lado. Hay gente que me dice que no se va a conseguir, pero yo creo que sí. Es un proyecto muy importante. Una fruta que está tan madura que al final tiene que caer por su propio peso.
Con los fondos FEDER, la Comunidad Autónoma y la Universidad tienen que adelantarlos pero al ser una región Objetivo 2 nos retornan el 80 por ciento, es decir, si el proyecto costase 20 millones de euros, a la comunidad le cuesta 4. Es, por tanto, una oportunidad que no podemos desaprovechar.
Al lado del Hospital
Europa vive hoy en una situación de incertidumbre en la que hay muchos gastos y directrices, pero aquí estamos apostando por un Instituto Biosanitario al lado del hospital y cuando ocurren cosas como esta (pandemia) a lo mejor podíamos aportar algo más que lo que hacemos hoy. Además, sería un impulso a la investigación biosanitaria ya que potenciaría toda la que se desarrolla en el Hospital de Ciudad Real.
Hay que aprovechar este momento ya que tenemos un período de tranquilidad política, al no haber elecciones y contar con un gobierno con mayoría absoluta, circunstancias ambas que favorecen la estabilidad necesaria para acometer proyectos como éste.
Por otro lado y en cuanto a lo que supondría este proyecto para la ciudad, recuerdo que conocí el de la Facultad de Medicina de Albacete ya que estuve en el Benjamín Palencia como edificio provisional -desde 1998 hasta 2003- y el cambio que supuso el traslado fue paradigmático. Ahora vas a Albacete y ha cambiado radicalmente. Aquí pasaría algo similar. Si se construye lo que está previsto junto al Hospital, que incluye también un gran Palacio de Congresos, daría un juego enorme a la capital de la provincia, además de suponer un importante revulsivo.
