La petición de perdón de ETA “es tan poco creíble como cuando hicieron la pantomima de entregar las armas, al tiempo que circulaban cientos de armas y kilos de explosivos que continuaron en su poder”, ha aseverado Domínguez.
Ha asegurado que no puede perdonar a unos “asesinos que igualan a víctimas y verdugos” ni a quienes hablan de “conflicto” cuando, ha añadido, “el conflicto lo provocaron ellos, que optaron por las armas”.
“A mi me destinaron a Navarra para servir a la ciudadanía, no para luchar contra nadie, y sin embargo fueron ellos los que buscaron el enfrentamiento y la sangre de quienes defendían la ley”, ha aseverado.
Y se ha preguntado “cómo se puede pedir perdón cuando has matado a cientos de personas inocentes, cuando has disparado en la nuca a personas indefensas o cuando has enviado paquetes bomba para imponer tu modo de pensar”.
Por ello, ha entendido, “si ahora quieren justificarse es porque han fracasado gracias a los esfuerzos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y gracias a la propia ciudadanía”.
José Domínguez fue víctima de un atentado el 25 de junio de 1990 en Foz de Lumbiere en el que su compañero falleció en el acto y él resultó gravemente herido, que le obligó a ser intervenido quirúrgicamente varias veces y por el que le han quedado numerosas secuelas.
Al año siguiente, el 12 de abril de 1991, ETA le envió un paquete bomba a la casa de sus padres, en Argamasilla de Calatrava, pensando que se encontraría allí, pero sin embargo fue su padre quien abrió el paquete y sufrió las consecuencias de aquel atentado con heridas graves en las manos y la cara.