La firma para la adhesión a la Tubería Manchega ha supuesto un paso hacia la tranquilidad de muchos municipios, que han vivido pendientes de las condiciones climatológicas y de la falta de lluvias en los últimos años.
Contar con recursos hídricos supone para localidades como Ballesteros de Calatrava, un paso hacia el futuro. En este sentido, su alcalde, Juan Carlos Moraleda, afirma que “la situación hídrica cada día es más complicada y se puede convertir, si no le damos solución, en el mayor problema para los municipios con alto riesgo de despoblación”.
En este sentido, apunta Moraleda, “cuando un municipio como Ballesteros tiene resuelta la problemática del agua, es un punto más para poder fijar e incluso aumentar población”.
Por ello, formar parte de este proyecto hídrico, “generará una tranquilidad de abastecimiento, aunque afortunadamente Ballesteros cuenta con un suministro garantizado, aunque es imposible predecir cuál será el futuro del acuífero del que se nutren nuestras captaciones”, pero sobre todo, será un instrumento más que permita a esta localidad apostar por proyectos de futuro.
Sobre estos proyectos empresariales que pueden ligarse con el desarrollo de Ballesteros, explica su regidor que “la mayoría de empresas que están o que puedan estar en nuestra localidad necesitan el agua para su actividad; por lo tanto, si no carecemos de ella, crece la posibilidad de que otras empresas puedan llegar a establecerse en el municipio”.
Moraleda señala que “la Tubería Manchega certifica la viabilidad de nuestra forma de vida en el medio rural, que es el lugar donde hemos elegido vivir y que solo con la existencia de agua potable se puede mantener en el tiempo”, o lo que es lo mismo, disponer de agua, es asegurar uno de los pilares en la lucha contra la despoblación de la España Vacía.
Ballesteros trabaja para reducir la huella de carbono
En un problema como el agua, alcaldes como Juan Carlos Moraleda, entiende que “cuando hay políticos que se oponen a que tanto las personas como los animales tengan suficiencia de agua y prefieren derivar este recurso escaso a proyectos como los campos de golf o similares, entiendo que estarán movidos más por el interés económico personal que puede derivarse de estos que por garantizar la calidad de vida en el Planeta, comenzando por las cosas básicas e importantes”.
En esa apuesta por lo importante, Ballesteros ha centrado sus esfuerzos para reducir su impacto ecológico, que no es otra cosa, que luchar para que las próximas generaciones no se encuentren con males irreversible sobre un Planeta que, como el agua, es un bien escaso y finito.
“En Ballesteros estamos trabajando para conseguir bajar nuestra huella ecológica y mejorar en la parte que nos toca el porvenir del mundo”. En este sentido, explica, “además de colaborar con la Tubería Manchega, hemos instalado placas fotovoltaicas en todos los edificios municipales, además de impulsar un proyecto de comunidad energética local y ampliando la inversión para el impulso de los espacios naturales más cercanos a nuestro entorno”.