Castilla-La Mancha es la segunda comunidad autónoma, por detrás de Andalucía, que cuenta con mayor superficie regada bajo la modalidad del sistema localizado -suministro de agua en la parte del cultivo donde se desarrollan las raíces a través de orificios emisores o goteo-.
En concreto, son casi 400.000 (390.464 ha) las hectáreas irrigadas bajo este sistema, 230.679 has de ellas de viñedo de transformación.
Así lo recoge la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos en España (ESYRCE) del 2022, que incluye como principal novedad nacional “la constatación de que el olivar se ha convertido ya en la especie vegetal más regada”.
El estudio que analiza la tipificación del regadío y los distintos tipos de cultivo y la distribución entre las distintas comunidades autónomas.
En el caso de la región, recoge la tendencia alcista de los últimos años de dicho sistema de riego, que en España supone el 55,8% de la superficie regada total.
El resto de los sistemas -gravedad, aspersión y automotriz- continúan su descenso siendo el riego por aspersión es el que porcentualmente acusa una mayor bajada en los últimos once años.
En concreto, el sistema por gravedad -poco sostenible- ha aumentado entre el año 2012 y el 2022 un 0,52%, con 26.171 hectáreas regadas, una extensión un 3,40% menos a las 27.092 hectáreas registradas en 2021. La evolución de este método de reparto de agua aprovechando la fuerza de la gravedad, a través de mantas, surcos o tablas, ha tenido subidas y bajadas, con picos como el de 2015, con 29.902 hectáreas en la región.
El de aspersión (mediante tuberías a alta presión y puede cubrir toda o parte de la parcela) ha marcado la mayor bajada en la región en una década, con un 10,56% menos hasta las 91.343 hectáreas. La cifra supone, igualmente, una bajada del 4,02% respecto a las 95.171 hectáreas contabilizadas en 2021.
La irrigación por sistema automotriz también está muy presente en Castilla-La Mancha, al ser un método automatizado de alta presión y más eficaz. En 2022 había 77.314 hectáreas regadas con esta práctica, una cifra que representa una bajada del 7,78% respecto a la de 87.304 ha anotadas en 2012 y un 1,97% por debajo de las 78.868 ha regadas en 2021.
El 15,5% de la superficie nacional regada
Según la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos en España, Castilla-La Mancha riega un 7,37% de su superficie geográfica y un 15,92% de la cultivada. En conjunto, tiene 585.377 hectáreas con aportación de agua, el 15,52% del total de la superficie nacional regada y se sitúa como la segunda comunidad en términos absolutos de este tipo de terrenos.
Los cultivos de viñedo, olivar, cebada de dos carreras, almendro, trigo blando, ajo y pistacho representan el 78,10% de la superficie del regadío castellano-manchego, tal y como contempla ESYRCE.
El cultivo del viñedo, por su parte, tiende a igualar su superficie en secano y regadío, mientas que los cereales de invierno “son muy minoritarios en lo que a su superficie regada se refiere” y su superficie “es muy inferior a la de secano”.
En el caso del olivar y el almendro tan solo presentan un 16,38% y un 23,49%, respectivamente, de extensión que recibe aportación de agua, mientras que el ajo supera el 98% de superficie con sistemas de riego. Por primera vez la superficie de pistacho en regadío supera a la del cultivo de maíz en esta Comunidad.
Diversidad
A nivel nacional, los resultados del análisis ponen de manifiesto “la diversidad de la agricultura española”, que abarca desde las regiones del norte, donde la abundante pluviometría hace innecesario en muchos casos el riego o la implantación de sistemas más eficientes de regadío, hasta las diferencias existentes entre los sistemas de riego típicos de las agriculturas mediterránea y continental.