CCOO-Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CLM y el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS) impartieron el viernes en Ciudad Real dos talleres sobre prevención de riesgos psicosociales en las residencias de mayores, en los que participaron cuarenta trabajadoras y trabajadores y delegadas y delegados del sector, donde la presencia femenina es especialmente notable.
El tipo de actividad que desempeñan tiene ciertas características que comportan tanto riesgos físicos como riesgos psicosociales específicos. Las altas cargas de trabajo junto con los movimientos repetitivos y con un alto riesgo ergonómico derivan de forma generalizada en problemas musculo esqueléticas, sobre todo en las trabajadoras a partir de la media edad.
Esfuerzo emocional
Por otro lado, el esfuerzo emocional de tratar con personas y no con cosas; la infravaloración social de su trabajo y las escasas posibilidades de promoción profesional conllevan un fuerte riesgo psicosocial. Las propias trabajadoras lo expresan así: “Hay días que te duele hasta el alma” (limpiadora, 55 años). “En general todas hablamos de los dolores físicos, pero el psicológico nos afecta mucho más” (gerocultora, 43 años).
Pese a ello, la acción preventiva ante los riesgos psicosociales es poco frecuente en las residencias para personas mayores, aunque es una obligación legal y pese a haberse demostrado que la exposición nociva a estos riesgos es una de las causas de problemas de salud tan comunes como los infartos, la ansiedad o la depresión, que puede prevenirse cambiando las condiciones de trabajo.
“Los retos sindicales en este campo pasan por conseguir que en todas las residencias se aborden los riesgos psicosociales; y que se aborden desde la exposición y no a partir del daño”, señala Chelo Cuadra, secretaria general de CCOO-Sanidad y Sectores Sociosanitarios.
Origen del riesgo
“Esto supone trabajar en el origen del riesgo. Es decir: cambiando la organización del trabajo, la jornada, los métodos, los contratos precarios… También mejorando los salarios; y la proyección social y profesional. La intervención tiene que ser profunda y participativa, planteando y negociando nuestras propuestas con el empresario en todas las fases.”
“También hay que contemplar mejor la prevención de riesgos psicosociales en el convenio colectivo estatal de la Dependencia; que tenemos que empezar a negociar. Es hora de exigir a empresarios y administración que cumplan con su obligación no solo de revertir derechos, de restablecer el empleo destruido y de recuperar el poder adquisitivo perdido durante los años pasados, sino también de promover mejoras para conseguir una organización del trabajo más saludable, más justa y democrática.”
