La reina Letizia le dará el espaldarazo definitivo, con su presencia en la jornada de clausura, al segundo congreso internacional ‘La voz de las mujeres rurales’, que celebrará Afammer la semana que viene en Madrid.
Doña Letizia asistirá a la lectura de las conclusiones de este foro mundial en el que según Carmen Quintanilla, presidenta de la organización, se abordarán todas las cuestiones que limitan el avance mundial de las mujeres: educación, seguridad alimentaria, despoblación, titularidad compartida de las explotaciones agrarias, violencia de género, empleo, liderazgo y desarrollo sostenible.
La reina, comprometida con la igualdad
Quintanilla ha valorado hoy el apoyo de la reina y “su compromiso con la igualdad”, en un congreso que es la continuación del celebrado en Ciudad Real hace tres años. Las dimensiones de esta nueva edición, unida a la rotación de las diferentes agrupaciones de la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural, han decantado a la organización por Madrid.
Ganaderas de Ciudad Real
La presencia de Ciudad Real está más que garantizada con la intervención de varias ganaderas y emprendedoras de la provincia que explicarán sus experiencias de trabajo en entornos rurales.
Quintanilla ha destacado además el carácter privado de la iniciativa, que patrocinan importantes empresas y entidades financieras, “una muestra de la implicación social con organizaciones serias como la nuestra, que dedica hasta el último euro a fomentar la igualdad”.
En este segundo congreso que debatirá las grandes cuestiones que limitan el desarrollo de las mujeres en el mundo habrá una importante presencia internacional de todos los continentes. Entre las asistentes están las ministras de Agricultura de Alemania y Chile, y personalidades con otros cargos relevantes de países como Níger, en el que las mujeres tienen su primer hijo a los doce años y la media de alumbramientos por mujer está entre 8 y 9 niños.
La agenda 2030
Las líneas de debate del segundo congreso internacional ‘La voz de las mujeres rurales en el mundo’ viene marcada por los objetivos de la agenda mundial 2030 para darle la vuelta al siguiente panorama: el 70 por ciento de los pobres del mundo son mujeres, que producen el 50 por ciento de los alimentos, realizan el 60 por ciento del trabajo, pero solo reciben un uno por ciento de ingresos y un uno por ciento de la propiedad. “Esto es hablar de las mujeres de África, de Sudamérica, de mujeres de todo el mundo que no son reconocidas”, ha recalcado Quintanilla hoy en Ciudad Real en la presentación del congreso.
España como modelo en estos 40 años
En Afganistán las mujeres tienen que pedir permiso a sus maridos para trabajar, como hace cuarenta años en España, que saldrá a colación en el congreso por los avances propiciados por la Constitución de 1978 que trajo la democracia. “Gracias a la Constitución española de la que celebramos su cuarenta aniversario ya no hay ni una sola ley en este país que vulnere los derechos humanos y civiles de las mujeres”, ha rematado Quintanilla.
Durante las dos jornadas que durará el II Congreso Internacional se desarrollarán dos Conferencias Marco y seis mesas panel donde se abordarán algunos de los objetivos de la Agenda 2030.
El programa del congreso
La directora de la Oficina de Comunicaciones, Asociaciones y Promoción de la FAO, Marcela Villareal será la encarga de inaugurar la primera conferencia marco sobre el importante papel que juegan las mujeres rurales en la producción de alimentos. Un objetivo que corresponde al punto número 11 de la agenda 2030.
También habrá una mesa de buenas prácticas en la que se pondrán como ejemplo proyectos de innovación de desarrollo sostenible en diferentes zonas rurales del mundo, siguiendo como marco el objetivo 8 de la Agenda 2030, que habla sobre la necesidad de promover un crecimiento económico, sostenido, inclusivo y sostenible; una mesa panel donde se hablará del liderazgo de las mujeres y niñas del mundo rural en base al objetivo número 5 que engloba al resto de objetivos y metas.
La última mesa abordará la importancia de garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad para conseguir una sociedad sin violencia contra las mujeres, siguiendo el objetivo número 4 planteado en la agenda.