Espléndido. Ese es el adjetivo calificativo que mejor resume la actuación de la compañía catalana de teatro, -de Santa Coloma de Gramenet-, “El que ma queda de teatre”, después de admirar la representación de “Antipasti”. Anoche la ofrecieron ante un público que ocupaba el aforo permitido, -exactamente noventa y nueve personas entre niños y adultos-, entre quienes se encontraban el Concejal de Cultura de nuestro consistorio, Nacho Sánchez, y la jefa de servicios culturales del mismo, Pilar Cascante. Era la clausura de los “Barrios Culturales” 2020, organizados por la precitada concejalía, en colaboración con la Diputación Provincial y la asociación creada con motivo de la celebración del sexto centenario de la concesión del título de ciudad, en 1420, a la que hasta entonces había sido Villarreal.
¿Qué es “Antipasti”?
Teatro, magia, interacción con el público, malabarismo, música italiana…, eso es “Antipasti”. Un modesto puesto ambulante de comida italiana, un “furgoncino”, regentado por dos peculiares cocineros cómo Joan Fernández, “el chef Marcelo Mascarpone”, y Rafael Espada, “Pepino”, con Marta Méndez en la parte técnica. Ellos conforman la compañía “El que ma queda de teatre”, fundada en 2003. Supuestamente llegados directamente desde Nápoles cocinan, -es un decir-, pasta, pizza…, hacen trucos y malabares…, y todo bajo la atenta mirada de la “mamma”, y en esta ocasión con un marco y un fondo incomparable tal que nuestra remozada Puerta de Toledo, así como sus alrededores. Nuestro objetivo, decía a lanzadigital Joan Fernández, es el divertimento, buscar la fórmula para pasarlo bien, a pesar de la dificultad que implica un espectáculo para todos los púbicos, que él define cómo mayores a partir de cinco años. Y lo consiguen, ¡vaya si lo consiguen!
Han acabado, cómo decimos al principio, los “Barrios Culturales” 2020, y creo que es una experiencia que no puede dejar de vivirse cada verano en nuestra ciudad, y en sus anejos. Es una forma desinteresada de llevar la cultura, teatro, danza, música…, a todo el pueblo.