El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), Samuel Moraleda, ha respaldado la decisión de la Junta de Gobierno de reducir en un 15 % las dotaciones de agua en las masas de agua subterráneas del Alto Guadiana para la próxima campaña de riego.
Moraleda ha explicado que las propuestas “se tomaron en las Juntas de Explotación tras analizar la evolución de los niveles piezométricos y otras circunstancias”. A pesar de ajustes previos del 10 %, la situación de sequía persisten, alejando a la CHG del objetivo del Plan Hidrológico de lograr un buen estado cuantitativo y químico de las masas de agua.
Moraleda ha señalado que la medida “busca proteger el futuro de la agricultura y evitar el deterioro ambiental que pone en riesgo los aprovechamientos de agua y el sistema socioeconómico del territorio”. En el peor escenario, la CHG garantiza a los regantes el 85 % del recurso habitual, superando la capacidad de otras partes de la cuenca que no pueden garantizar más del 50 %. El vaciado progresivo de las masas de agua, “de no revertirse, amenaza la viabilidad de las explotaciones agrarias”.
Los embalses de la zona oriental, excepto Puerto Vallehermoso y Peñarroya, están muy por debajo de sus niveles normales debido a la sequía. El embalse de Torre de Abraham y Gasset solo puede garantizar el abastecimiento de agua potable para los próximos 16-18 meses en el peor escenario. Moraleda ha destacado “la necesidad de buscar recursos subterráneos y avanzar en proyectos para garantizar el suministro de agua a otras comarcas importantes, como Campo de Calatrava”.