El edificio fantasma colindante con el tanatorio de Ciudad Real, un inmueble deshabitado, abierto y expoliado hasta el punto de que resulta difícil que alguien viva de forma permanente en él, más allá de refugiarse de las inclemencias meteorológicas, ha vuelto a dar problemas: dos personas se intoxicaron por humo en un incendio que se declaró el miércoles sobre las diez de la noche.
Uno de los afectados, un hombre de 59 años, fue trasladado al Hospital General y recibió el alta poco después, según han confirmado fuentes del Sescam. Se trata del segundo incidente con la intervención de los bomberos en este inmueble del camino de la Guija en el que en julio otro ‘okupa’ se cayó por el hueco del ascensor bajo los efectos de sustancias estupefacientes, y apenas sufrió daños pese a caer al vacío desde unos cuatro metros.
“Es un edificio problemático”, explican algunos bomberos de Emergencia Ciudad Real que han intervenido por diferentes conatos de incendio y otros incidentes. Nadie sabe, ni el Ayuntamiento, cuántas personas lo frecuentan “hay movimiento”, pero al parecer no familias viviendo de forma permanente, lo que se explica por las condiciones de la mole.
Abierto y sin ‘okupación’ por la mañana
La promoción de viviendas, que se ve que quebró con la obra principal finalizada, conserva la estructura de todos los pisos, las dependencias interiores y las plazas de garaje, pero ya no hay puertas, ni ventanas, ni cristales, ni suministro de luz o agua. Incluso el acceso por la entrada principal del garaje, con su puerta metálica, está abierto, aunque sin rastro de los ‘okupas’ el jueves por la mañana (el incendio fue el miércoles).
“Estamos haciendo pesquisas en ese edificio para saber quién es el titular, que no está claro. No tenemos ningún censo de personas que estén ahí, pero creemos que aunque hay movimiento son pocos”, asegura el concejal de Seguridad David Serrano.