El Colectivo Espinas, el movimiento feminista más joven y reivindicativo de Ciudad Real en los últimos años, ha protagonizado este 8 de marzo la única concentración callejera organizada en la capital para reivindicar igualdad entre hombres y mujeres.
“Creemos que el revuelo por estas manifestaciones ha sido por razones de género, no sanitarias”, afirma Marta Vaquerizo, una de las portavoces y organizadoras de la ‘sentada feminista’ de este marzo de 2021 en la plaza Mayor, en la que han participado varias decenas de chicas y chicos muy jóvenes para corear las habituales consignas de un colectivo que defiende el “feminismo de clase”, esto es, el de la “mujer obrera” o “mujer estudiante”.
Obreras y estudiantes, unidas
Los manifestantes, que se han sentado en un pequeño acotado de una plaza Mayor que desde 2018 canaliza multitudinarias manifestaciones este día, han coreado consignas por la igualdad y contra el sistema: “Basta ya de justicia patriarcal”, “hay que quemar el sistema por machista y patriarcal”, “obreras y estudiantes, unidas y adelante”.
“Alzar la voz contra la extrema derecha”
El Colectivo Espinas considera que este año más que nunca “hay que alzar la voz contra la extrema derecha que nos intenta acallar”, y por eso han salido a la calle y se han concentrado con la distancia social exigida. “No podemos permitir que una jornada reivindicativa como la de hoy tome carácter festivo, no podemos permitir que el trabajo de tantas mujeres obreras que han pagado incluso con sus vidas derive en eso. Hoy es igual de importante que todos los años reivindicar los derechos de las mujeres, recalcar la importancia de las mujeres trans en el feminismo, y luchar contra la doble opresión de la mujer obrera”, han leído en el manifiesto propio de este 8M.
Corresponsabilidad, derechos laborales y abolición de la prostitución
Además han reivindicado la “corresponsabilidad y reparto de tareas y cargas reproductivas”, “visibilidad de los derechos laborales para todas aquellas mujeres que se dediquen a las tareas domésticas”, además han abogado por la “abolición de la prostitución”, “una forma de opresión de la que el se aprovecha el Estado y la clase burguesa”.
Por último han reivindicado “la importancia de las mujeres trans en el feminismo, “quienes las excluyen están utilizando su posición cisgénero para discriminar a sus propias compañeras”.