El guardia civil de Bolaños de Calatrava acusado de tapar un caso de violencia de género de otro policía, juzgado y condenado en 2018, asegura que tuvo conocimiento de los hechos cuando no estaba de servicio y que recomendó a la víctima denunciar.
El juicio ha comenzado este martes en la sección número 2 de la Audiencia Provincial de Ciudad Real con la declaración del acusado, al que el Ministerio Fiscal atribuye omisión del deber de perseguir delitos en su condición de agente de la autoridad y falsedad documental.
Dos altercados
Amigo de la pareja, el guardia civil acusado, M.J.I.C., ha reconocido que tuvo conocimiento de la primera agresión el 18 de septiembre. La víctima de violencia de género, S.M.A.G., le llamó en plena feria de Bolaños después de tener una discusión.
Allí, encontró a su compañero “nervioso” y su pareja le aseguró que le había dado un pellizco en el abdomen. El acusado de omisión afirma que no estaba en servicio, pero que recomendó a la mujer que acudiera al centro de salud y que presentara denuncia con el parte médico, sin embargo, no lo hizo y además “le quitó hierro”.
Del siguiente altercado tuvo conocimiento 10 días después, cuando M.J.I.C. estaba en una cena con amigos, entre ellos, el guardia civil condenado por violencia de género, que ha pasado 21 meses en la cárcel.
El condenado se ausentó en medio de la cena para llevar a sus hijos a casa de su expareja y al rato su compañero recibió una llamada en la que la víctima le informó de que le había propinado “un puñetazo en la cara en presencia de sus hijos”.
“Yo no puedo recoger la denuncia a un compañero, solo lo puede hacer un superior o la Policía Judicial”, ha afirmado el guardia civil durante el juicio, por lo que ha señalado que de nuevo le aconsejó acudir al centro de salud y luego presentarse en el cuartel.
El acusado ha asegurado que no era la primera vez que presenciaba discusiones, pero nunca una agresión. Asimismo, ha advertido que ella vivió años en el cuartel y tenía estudios en derechos por lo que “sabía el procedimiento”.
El seguimiento del caso
Tres días después, cuando estaba en servicio, el guardia civil informó a su superior, el sargento del puesto, de lo ocurrido, pero no hubo ningún avance hasta que el 31 de octubre M.J.I.C. se hico cargo del seguimiento del caso tras la denuncia de la víctima y el auto del juzgado de Almagro.
A preguntas de la fiscalía, el acusado ha respondido que comunicó a su superior que tenía amistad con las dos partes del caso, pero que igualmente le encomendó el seguimiento y las posteriores evaluaciones de riesgo por violencia de género.
Aquí es donde entra en juego el presunto delito de falsedad documental, ya que existe registro de diferentes evaluaciones de riesgo por violencia de género, donde varía el resultado. En unas aparece como riesgo medio y en otras como no apreciado.
El guardia civil ha explicado que existen varias evaluaciones registradas el 16 de enero porque la aplicación no admite ir para atrás en las preguntas y dio “error”. Las preguntas donde hubo variaciones fueron referentes a la existencia de “celos exagerados y control”, y “trastorno mental” derivado del maltrato.
Asimismo, el guardia civil ha señalado que, aunque en el cuartel de Manzanares, la primera evaluación, correspondiente al día de la denuncia, salió como “riesgo no apreciado”, tuvo intención de aumentarlo. “Mi objetivo fue que no bajara la valoración de medio”, ha afirmado.
El guardia condenado por violencia de género respalda a la defensa
En la primera sesión también se ha podido escuchar el audio grabado de la evaluación realizada en enero, además del testimonio de la víctima de violencia de género y de su agresor, que ha corroborado que estaba junto al acusado cuando le dijo a su expareja que fuera al centro de salud y después al cuartel.
A preguntas de la abogada de la acusación particular, que representa a la víctima de género, pese a que en un principio solo el Ministerio Fiscal presentó cargos, M. C. ha respondido que en aquel momento no reconoció que había pegado a Susana, sino que “había tenido una discusión y estaba alterado”.
También, ha reconocido no recordar que compartiera con el acusado los problemas con su pareja, más allá de lo que pudo hacer con otros compañeros, aunque ha afirmado que “8 horas de patrulla dan para mucho”.
La fiscalía pide 4 años de cárcel
El Ministerio Fiscal pide para M.J.I.C. 4 años de cárcel, 4 de inhabilitación y una multa de 12 euros al día durante 9 meses. Por su parte, la acusación particular pide 5 años de cárcel y 5 de inhabilitación para el ejercicio de la actividad como guardia civil. El juicio continúa este miércoles.