La magistrada Isabel Serrano, jueza decana de Ciudad Real, pide un esfuerzo de comprensión social del complejo trabajo de los jueces, objeto de duras críticas desde el jueves por la reacción a una de las miles de sentencias (no firme) que se ponen a diario. En la entrevista para Lanzadigital.com no sale el nombre de La Manada, “no voy a entrar en eso”, dice, pero hace pedagogía de su profesión: “Nuestro trabajo consiste en valorar lo que se nos prueba, en base a la norma que se nos ha dado. Cuando uno va juicio va con sus razones contra otra parte que también tiene la suyas”.
“Esto es muy difícil y exige muchísima responsabilidad”, añade. Juzgar y sentenciar no se hace según el pensamiento de cada cual, “mis opiniones las dejo al margen cuando me siento a poner sentencias; yo y el resto de mis compañeros”.
La magistrada, titular del juzgado de lo Social número 3 de Ciudad Real, quiere que la ciudadanía entienda que los jueces “nos dejamos la piel a diario para hacer nuestro trabajo con la norma que se nos ha dado que es la misma para todos, aunque yo puedo interpretarla de una manera y mis compañeros de otra, no somos robots, para eso están los recursos. Y si alguien no está de acuerdo con las leyes que proteste donde se legisla, en el Congreso”.
La justicia digital, un desastre
Las palabras de Serrano reflejan el malestar del colectivo, pero no solo por las reacciones políticas a la sentencia de La Manada, es más profundo, se viene gestando desde que se implantó la “justicia digital” sin apenas medios materiales y personales, con programas informáticos no testados al cien por cien y que a su modo de ver “son un desastre”.
“Queremos una justicia digna”
Los jueces, que podrían ir a la huelga el 22 de mayo, se están movilizando “porque queremos una justicia digna que ahora mismo no tenemos. Queremos poder trabajar en condiciones, tener tranquilidad a la hora de poner una sentencia, para estudiarla y valorarla sin tener que carecer de vida privada, como estamos haciendo. Aquí se termina cuando se termina, te pueden dar tranquilamente las seis de la tarde sin comer, y luego más trabajo en casa”.
El expediente judicial digital, que el ministerio está tratando de implantar desde 2016 para acabar con el papel y que todos los escritos se vean online, “no hace más que retrasar nuestro trabajo. Lo que antes se hacía en media hora, hojear un expediente en papel, ahora cuesta dos, tengo que abrir varios programas que no son compatibles, un desastre. Yo no estoy diciendo que el expediente digital haya que quitarlo, pido que se nos pongan unas herramientas adecuadas, y si las que tenemos no los son que se pare. No se nos puede tener de conejillos de indias”.
Serrano, que califica de éxito los paros parciales de jueces y fiscales de esta semana en toda España (en Ciudad Real los hicieron todos), no sabe si habrá que recurrir a la huelga para presionar al Gobierno a negociar, pero tiene claro “que el ciudadano merece una atención de calidad y eso ahora mismo no se lo podemos dar pese a nuestro ímprobo esfuerzo”.