Quince días después del espectacular reventón de la principal tubería de riego del pantano del Vicario en Ciudad Real, la comunidad de usuarios ha empezado a bombear agua. “Ayer tarde terminó la obra y aunque han salido averías pequeñas ya se puede regar”, explica Narciso Ruiz, el presidente.
La Confederación Hidrográfica del Guadiana se ha hecho cargo de la obra de emergencia que salva una atípica temporada de riego, aunque limita la capacidad operativa. “Normalmente tenemos ocho o seis bombas y ahora solo cuatro, por lo que la campaña será a medio gas: habrá que hacer turnos porque mucha gente a la vez no podrá regar”.
Reparar el calderín (depósito que acumula el agua y soporta la presión) ha sido inviable, “se necesita un mes para hacer la obra que tiene que pasar las pruebas de Industria, y ya vamos con retraso”, añade.
Válvulas, colectores y hormigón
La reparación de urgencia tampoco ha sido sencilla. “Hemos tenido que buscar unas válvulas de alivio, colectores; hormigonar en superficie y tocar lo que regula las bombas de riego. Poner en funcionamiento el sistema es complejo y normalmente no se hace a estas alturas del año y con estas temperaturas”.
Reventón en el primer día de campaña
El calderín del sistema reventó el sábado 9 de junio “por desgaste”, cuando se estaba probando la tuberíai para empezar a regar. Su reparación completa hay que posponerla para el final de la temporada.
A la comunidad de regantes del pantano del Vicario pertenecen 800 propietarios con derechos sobre 5.000 hectáreas. Según Ruiz este año se utilizarán siete hectómetros cúbicos y medio del embalse, de doce a los que tienen derecho, para 2.200 hectáreas. La sequía primero y las lluvias después han retrasado una campaña que se empezó a planificar con prisas, a partir de abril, “y para colmo el primer día de riego fue el del reventón”.
En el entorno de este embalse de Ciudad Real capital se cultiva cereal, maíz, alfalfa, tomate, cebolla, melón. También hay una gran superficie de leñosos: viña, olivos y almendro.